La fiscalía tailandesa insiste en la pena de muerte para los cargos de Daniel Sancho

No todas las noticias que llegan desde Tailandia presagian las soluciones que Daniel Sancho, desde las rejas de Koh Samui, querría escuchar. El asesino confeso cuenta los días para su juicio. Y esos días se antojan más cercanos desde que se escribiese el punto y final al informe policial que estudiaba su caso. Su sentencia pende de unos pocos hilos que pueden variar la resolución entre la pena de muerte y la condena a 15 años en una celda tailandesa. Desde la fiscalía no han escondido esta realidad y, de hecho, insisten en que todavía es posible que se aplique el peor de los escenarios posibles para Sancho.

A esto ha apuntado María Miñana, reportera de TardeAR, después de hablar en exclusiva con el portavoz de la fiscalía general de Tailandia, Naron Srirasan. No es un cualquiera; este individuo es el encargado de someter a examen el informe realizado por los investigadores. De su análisis parte la salvación de Sancho, y del mismo puerto sale el barco con las velas negras. Antes de dar paso a sus declaraciones, Miñana adelanta lo expuesto por el tailandés: “lo que me traslada es que tiene clara la premeditación, porque compró los cuchillos e instrumentos para cometer el crimen, y el asesinato con premeditación está penado con pena de muerte aquí en Tailandia”.

“Es un asesinato planeado”

Son claves los últimos pasos del portavoz. “El fiscal está examinando el expediente. El caso implicó el interrogatorio de, aproximadamente, 19 testigos”, ha detallado la periodista. Sriraran precisaba: “hubo muchos documentos, aproximadamente 40 objetos encantados de muchas zonas”. Y entonces llegó el momento clave, el de arrojar luz a la incógnita del futuro penal del asesino de Edwin Arrieta.

“Es un asesinato planeado y también está acusado de ocultación del cadáver. El cargo más grave de momento es el de acusación de asesinato premeditado. Según la ley tailandesa, se castiga el delito con la pena de muerte”, ha especificado el portavoz, que insiste en que la posibilidad de que no se aplique existe porque también lo hace de que sea ejecutado. Uno de los resquicios que podría explorarse para apostar por la reducción de la pena es el de la cooperación. Y todavía así reitera Sriraran que habría que comprobar si esa ayuda fue en realidad una aportación significativa a la investigación.

También ha resuelto, en la medida de lo posible, las aspiraciones de Sancho de ser juzgado dentro de las fronteras españolas. “En este caso, queda a criterio del gobierno de España solicitarlo o no, aunque en este caso la extradición puede resultar complicada porque los testigos están en Tailandia, y la víctima no era española”, ha asegurado. Palabras que han caído de manera realista como pesada lluvia en el tejado de Koh Samui.