La defensa de la víctima apunta que Alves creó una versión a partir de las pruebas en su contra

Dani Alves continúa en prisión preventiva en Brians 2 a la espera de que se celebre el juicio tras ser denunciado por una joven de 23 años que asegura que el futbolista la violó en el baño del reservado de la discoteca Sutton, ubicado en Barcelona, en la noche del pasado 30 de diciembre.

El exjugador del FC Barcelona ha ido presentando diversas versiones desde que se le investigó, y en la última de ellas ha admitido que hubo penetración vaginal, pero que ésta fue consentida. Una versión que ahora está tratando de desmontar la abogada de la víctima, que señala que Alves se vio obligado a admitir estos hechos por las pruebas que había contra él, como el semen hallado en el interior del cuerpo de la víctima.

Se trata de uno de los argumentos que sostiene Ester García, quien se opone totalmente a la libertad provisional del jugador. Además, tal y como ha avanzado ‘El Periódico’, que ha contado con el escrito de la abogada, existe una posible incoherencia, y es que si el sexo era consentido como cuenta el brasileño, por qué no lo practicaron en la suite de la discoteca en lugar del lavabo.

En su escrito, la letrada asegura que sigue existiendo un riesgo de fuga por la capacidad económica del futbolista y por su arraigo familiar que es cada vez menor ante el divorcio que ya anunció la que ha sido su pareja, Joana Sanz.

El testimonio de Alves

Y es que en su testimonio del 17 de abril, Alves reconoció que sintió “atracción sexual” por la joven: “Noté su buena disposición por la manera como bailaba, como se acercaba a mí, como intercambiábamos posiciones”. De ahí que luego el brasileño le propusiera irse juntos al baño, sin coincidir con el relato que ha mantenido siempre la víctima, el cual coincide con las pruebas forenses practicadas.

Alves mantiene que se puso en frente de la joven y que se besaron y tuvieron relaciones sexuales, y que ella le practicó sexo oral: “Le pregunté dos veces si le estaba gustando y me dijo que sí”. Y ya después le dijo a la víctima que saldría primero del baño, lo cual pudo haber ofendido a la joven, según el jugador.

Luego, la joven se fue con su prima y su amiga, donde se puso a llorar. Un momento en el que se puede ver cómo Alves pasa al lado de éstas sin llegar a decir nada, aunque él asegura que no la vio: “Si la hubiese visto en la salida, la hubiese parado para preguntarle qué le había pasado, porque hasta entonces todo estaba bien, dentro de lo que queríamos. Yo fui simplemente un cómplice de las ganas que ella tenía o de las que tenía yo”.