La declaración de María del Monte tras el asalto a su casa: “Tienes tres minutos para abrir la caja fuerte o la mato”

El caso judicial que tiene como protagonista a Antonio Tejado, presunto actor intelectual del asalto a la vivienda de su tía María del Monte, sigue acaparando titulares en medios de comunicación. Esta vez, ha salido a la luz las declaraciones de la artista y su pareja, Inmaculada Casal, quien también se encontraba en los interiores de la vivienda cuando se produjo el robo, ante el juez. ¡De viernes! ha tenido acceso a este archivo.

Ambas relataron con todo tipo de detalle cómo vivieron aquel fatídico día y el pánico que pasaron cuando una serie de encapuchados se adentraron en su vivienda. “Esa noche sobre las cuatro y media o cinco menos veinte oigo como si cayera una estantería de frente... ¡Boom! En la casa se produce un ruido que yo no oigo extrañamente porque suelo ser de sueño ligero”, comenzó diciendo María del Monte. “Pegué un bote en la cama. Me voy a la puerta de mi dormitorio y cuando abro la puerta, veo a un armario con la cara encapuchada, todo vestido de negro, con los guantes negros y con tres o cuatro tíos, detrás, también encapuchados y digo: ‘¿Esto qué es? ¡Qué haces! ¡Qué haces!”, contó su pareja.

Inmaculada, que fue la primera en encontrarse a los ladrones, señala que uno de ellos la tiró a la cama para maniatarla con un cable de IPhone, mientras que otro enganchó a su hija, que en ese momento salió de la habitación por los fuertes ruidos. “Lo primero que pensé que eran los GEOS, ha pasado algo por ahí. La habitación de mi hija está al lado y sale ella. Veo que la cogen así y digo: ‘¡Qué haces! ¡Déjala! Y corriendo, me coge por los dos brazos. Me apretó aquí y me hizo daño en los brazos. Me lleva, me tumba en la cama y me dice: ‘Esto es un robo. Quédate ahí’ Me atan con el cable de mi IPhone”.

“¡La niñata esta ha bloqueado la caja!”

La cantante, que se derrumbó durante su declaración, empezó a entrar en pánica cuando ve a su pareja inmovilizada boca abajo en el suelo de la habitación. “Hay un trasiego de personas en mi dormitorio. Yo distingo entre cuatro o cinco personas. A Inmaculada la amenazan varias veces empujándola hacia abajo. Ella estaba en absoluta indefensión. Estaba maniatada y boca abajo. Si ya tenía miedo señoría, cuando tú estás presa del pánico y ves que alguien, además, empieza a perder los nervios”. Uno de los ladrones le permitió beber agua. “Yo creía que me iba a dar algo. Se lo digo tal y como lo siento. Un pánico, una taquicardia... parecía que se me salía el corazón por la boca. Ante lo que le pregunto a una de estas personas que si puedo beber agua porque no me encuentro bien. Me dice que sí y me da agua”.

El momento más reseñable de la declaración se produce cuando ambas relatan el momento en el que los ladrones buscan la caja fuerte. “Me preguntaban por una caja fuerte. Uno de ellos entra y dice: ‘Aquí está la caja’. Yo oí a María del Monte decirles que eso era un minibar. Abre la nevera y comprueba que no es una caja fuerte”. Cuando se dan cuenta de su confusión, uno de ellos va a por la hija de Inmaculada, al considerarla como la responsable de ocultar el objetivo que estaban persiguiendo. “¡La niñata esta ha bloqueado la caja! Me dice a mi: ‘¡Dame la clave de la caja, o la mato, o me llevo a la niña! ¡Qué me llevo a la niña!’ Decía que como no abriese la caja iban a matar a la niña”, recuerda Casal. Ante las amenazas, María del Monte les facilitó la llave y la combinación para abrir la caja. “Uno de ellos me dice: ‘Tienes tres minutos para abrir la caja fuerte o me llevo a la niña y la mato”, así finaliza su declaración.

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