La decisión de la familia de Íñigo Onieva con respecto a la exclusiva de la boda

Pese a que las informaciones más recientes hacían presagiar que Carolina Molas, la madre de Íñigo Onieva, no quería aparecer en las imágenes de la exclusiva de la boda, finalmente ha dado marcha atrás. Tal y como informa Vanitatis, Molas y los dos hermanos del novio podrán aparecer sin tener que posar, “como mero testigo presencial”, con el único objetivo de dar “normalidad” al festejo.

La decisión que ha tomado Molas no lleva implícito un rendimiento económico ni para ella, ni para sus hijos ni para el matrimonio que vende la exclusiva de la boda. “No va a evitar que se le hagan fotografías ni tampoco las va a supervisar, pero sí va a dejar claro a los medios que esto es un hecho puntual y que ello no significa que rompa su compromiso con el anonimato y la defensa de su privacidad”, explica el citado medio.

Toda esta polémica viene en relación a un comunicado que Carolina Molas emitió pidiendo que se respetase su intimidad al no querer ser un personaje público. Además, en una línea similar a la de la que será su consuegra, Isabel Preysler también podrá aparecer en las fotografías sin suponerle a la revista que tenga la exclusiva de la boda un gasto extra.

Dos equipos de fotógrafos distintos

En la gran boda del próximo 8 de julio habrá dos equipos de fotógrafos con una misión similar y un fin completamente distinto. Uno de ellos trabajará para realizar un álbum de carácter totalmente privado que quedará como un gran recuerdo para Íñigo Onieva, Tamara Falcó y sus respectivas familias.

Por otro lado, el otro equipo será el que realice las imágenes que aparecerán días más tarde en la revista con la que los dos prometidos han firmado un acuerdo por su exclusiva. La principal diferencia es que estas fotografías sí serán públicas, mientras que la decisión sobre si las otras ven la luz corresponderá únicamente al futuro matrimonio.