La contundente respuesta de J.K. Rowling a Vladímir Putin por utilizar su nombre

Vladímir Putin ha perdido la batalla por el relato sobre la invasión de Ucrania ante los ojos del mundo, pero sigue luchando porque al menos la situación no se le vaya de las manos en su propio país. Y para ello recurre a toda suerte de argumentos por variopintos que puedan parecer. El último ejemplo se ha producido en una reunión con ganadores juveniles del Premio Presidencial de Literatura y Arte en el que ha aprovechado la coyuntura para hablar sobre la ‘cultura de la cancelación’.

“Es el ostracismo público, el boicot y hasta el silencio total, el olvido de los hechos evidentes, de los libros, de los nombres de personajes públicos históricos y modernos, de los escritores, simplemente de personas que no encajan en los patrones modernos”, ha señalado el presidente ruso, que no ha dudado en poner ejemplos con nombres y apellidos.

“Hace poco cancelaron a JK Rowling, la autora infantil y ahora intentan cancelar nuestro país”, señalaba Putin en referencia a la controversia en torno a las opiniones de la autora de Harry Potter sobre los derechos de los transexuales.

Sin embargo, la propia escritora, a la que pudiera parecer que el presidente ruso trataba de lanzar un cable, le ha respondido con dureza a través de su cuenta de Twitter. “Las críticas a la cultura occidental de la cancelación posiblemente no deban hacerlas quienes actualmente masacran a civiles por el delito de resistencia, o quienes encarcelan y envenenan a sus críticos”, ha zanjado Rowling en un tuit que acompañaba con el hashtag ‘I stand with Ukraine’.

Además nombrar a Rowling, Putin también se quejó de que las películas occidentales históricamente no han mencionado la participación de Rusia en la Segunda Guerra Mundial, diciendo: “En Hollywood hicieron películas en las que el único país que derrotó a los fascistas fue Estados Unidos, y no dijeron nada sobre el Ejército Rojo”, se lamentaba el presidente ruso, que también ha lanzado acusaciones sobre la retirada de obras de compositores clásicos rusos como Tchaikovsky y Rachmaninov, y la prohibición de autores rusos.

“Los escritores rusos y sus libros están prohibidos. La última vez que hubo una campaña tan masiva para destruir literatura indeseada fue la que hicieron los nazis en Alemania hace casi 90 años”, afirmaba sin la más mínima prueba.

Putin ha concluido su intervención asegurando que sería imposible que algo así sucediera en Rusia. Pero sus comentarios se producen en un momento en que el Kremlin ha prohibido las plataformas de redes sociales occidentales y ha impedido a los rusos acceder a los medios de comunicación occidentales en un esfuerzo por censurar la información sobre su guerra en Ucrania.