La camisa de Pedro Sánchez que llama la atención en la cumbre del G-20

El habitual código de vestimenta en la vida política compuesto de traje y camisa ha dejado un espacio a la innovación en la cena oficial de la cumbre del G-20 celebrada en Indonesia. En un evento que ha tenido lugar en el Parque Cultural Garuda Wisnu Kencana, en la ciudad de Bali, el estilismo ha jugado un papel importante y Pedro Sánchez ha sido uno de los más destacados.

Siguiendo un código de vestimenta similar al del resto de los líderes de los países pertenecientes al grupo, el presidente del Gobierno ha llevado una camisa azul oscura con estampados florales morados y azules junto con unos pantalones y unos zapatos negros. Además, tal y como prometió hace unos meses como medida para ahorrar energía, tampoco llevaba corbata.

Por su parte, la mujer del líder del PSOE, Begoña Gómez, llevaba un chal totalmente a juego con el de su marido y un vestido amarillo. Unos colores que han llamado la atención de los asistentes y que, según Moncloa, pretendían ser un homenaje a Ucrania.

El anfitrión, el presidente de Indonesia Joko Widodo, ha predicado con el ejemplo y ha recibido a los demás mandatarios con una falda saput y un gorro udeng. Una vestimenta que es habitual en las ceremonias religiosas en Bali. Otros líderes, como Mark Rutte, Giorgia Meloni o Rishi Sunak, que se estrenaba en una reunión de esta magnitud tras su nombramiento, también han cumplido llevando prendas tradicionales.

Varias excepciones

A pesar de que la ocasión se prestaba a innovar con la vestimenta, ha habido al menos tres asistentes a la reunión entre algunas de las principales potencias mundiales que han declinado esta opción prefiriendo recurrir a sus habituales códigos.

Uno de ellos ha sido el primer ministro de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, que llevaba el traje tradicional de su región junto con una túnica oscura. Tampoco han accedido otros líderes como Olaf Scholz o Emmanuel Macron, aunque este último ha renunciado a llevar chaqueta americana.