Juan Gonzalo Ospina, abogado de la familia de Edwin Arrieta, carga contra Daniel Sancho: “Puede parecer un matón de discoteca”

Juan Gonzalo Ospina, Juango para los amigos (que hace rápido por su carácter alegre y extrovertido), nació en Bogotá el 10 de noviembre de 1986, pero con apenas seis meses su familia se trasladó a España, donde creció sin olvidar sus raíces. Una semilla que ha sido el nexo de unión con el caso más mediático que le ha tocado llevar: la representación de los Arrieta, el clan del cirujano plástico colombiano muerto en Tailandia a manos de Daniel, el hijo del actor Rodolfo Sancho.

El chef español, que el verano pasado confesó el crimen y descuartizamiento del médico, se ha amparado en el juicio celebrado en el país asiático en que lo mató en defensa propia tras una pelea por negarse a mantener relaciones sexuales con él. Sin embargo, la familia Arrieta aboga por que, si no hubiese tenido la idea de darle muerte con premeditación, hubiera llamado a emergencias para que le atendiesen tras caer herido en la disputa.

Un drama para esta familia a la que la pérdida de este ser querido ha dejado también en la ruina, ya que era su sustento económico. Sus padres recibían de Edwin Arrieta un dinero todos los meses para subsistir en buenas condiciones y este también empleaba en su clínica de Lorica (una de las dos en las que trabajaba, ya que, además, se desempeñaba en Chile) a su hermana, Darling. Precisamente ella fue quien llegó a Ospina.

“La historia es muy bonita. En agosto ocurrió el crimen. Yo estaba veraneando en Hondarribia con mi mujer y mis tres hijas. Beatriz, mi socia, me llama y me dice: ‘Tú, que tienes vínculos con Colombia, ¿por qué no intentas asesorarlos? Seguro que están desorientados, desubicados’. Yo le dije: ‘No soy de ofrecerme a los clientes, y menos en una situación de absoluta desesperación. Si tiene que venir. Vendrá’”, cuenta.

Y, efectivamente, fue. “En el mes de septiembre, después de todas las noticias, se pone en contacto conmigo un periodista de TVE, Daniel. Él es el responsable de que la familia acabe en nuestro despacho. Me dice: ‘¿Te interesa este caso?’. Darling venía a España a participar en un programa de televisión y por la tarde se presentó en mi despacho. Estaba destrozada. Me cuenta toda la situación, lo que sabe y deja de saber. Yo le dije: ‘Vamos a organizarnos’. Y así es como acabé viajando tres veces a Tailandia y declarando como testigo, algo que nunca pensé”.

De hecho, la primera intención de Ospina era únicamente defenderla en España. El letrado pensaba limitarse a hacer un comunicado diciendo que era su abogado para que no le faltasen el respeto, ya que por entonces salían muchas noticias acerca de las presuntas relaciones de Edwin Arrieta con el narcotráfico, con parejas a las que supuestamente habría amenazado… “Los famosos testigos misteriosos protegidos por la defensa y que ahora son extorsionadores”, explica.

Su plan era ese y después le sugirió que se buscasen un despacho en Tailandia para que se personase en el caso y les llevase la causa. “Yo la asesoré y en ese momento aceptó el planteamiento. Pactamos un porcentaje de una supuesta indemnización, que no creo que lleguemos a cobrar, y nos pusimos manos a la obra”.

Entonces desde el despacho vieron la complejidad real del asunto, ya que los Arrieta no hablaban inglés y no sabían cómo buscar un despacho en Tailandia. “Pongo a mi director de comunicación a buscar despacho de abogados. Cien correos electrónicos, unas veinticinco reuniones online a las que asisto… Los despachos de Tailandia nos pedían dinero, hasta 100.000 euros. Era difícil”, cuenta, apuntando hacia la complejidad de tratar con la cultura de este país asiático. “Nadie allí habla inglés perfecto, la diferencia horaria, una cultura que hay que entender cómo son. Tú formulas preguntas y ellos no te dan respuestas. De hecho, mi primer viaje a Tailandia, en marzo, un mes antes del juicio, estuvo motivado y organizado porque había muchas respuestas que no tenía y no podía dejar al azar sin preocuparme cuando teníamos un juicio con toda la opinión pública encima, y sin tener claras esas respuestas. Si se había pedido la indemnización, los testigos, el orden de declaración…, las respuestas que me dan desde allí no son precisas para mi rigor europeo. En su mente no preocupan, pero a mí sí”.

Así acabó Ospina en Tailandia, implicado totalmente en un caso que le ha llevado a salir en todos los medios de comunicación tras tomárselo de forma tan personal, y para el que su despacho ha llegado a pagar la propia defensa en Asia y hasta la repatriación de los restos del cadáver de Arrieta. “¿Por qué nos involucramos? Por ayudar a una familia que está desesperada, y podemos ayudarla. No somos ajenos a la inconmensurable exposición mediática del procedimiento. Y también es una experiencia única, ya que aquí estamos acostumbrados a encargarnos de procesos de estafas, delitos sexuales… Nunca habíamos tenido un asesinato en Tailandia”.

Pagos de las plataformas, como a Rodolfo Sancho

Ospina explica que ha adelantado todo este dinero porque la familia está en una situación de desamparo total, pese a que se ha visto a la hermana de la presunta víctima en diferentes medios de comunicación. “A Darling no le ha nacido ir a las entrevistas. Yo se lo pedí particularmente para que viniese a hablar de cómo se encontraban, porque estaban blanqueando a Daniel Sancho. Y un ejemplo es esta supuesta extorsión de testigos. Es un delito de extorsión a la justicia. Pagar a un testigo es muy grave. Por prudencia y deontología profesional no lo haría en la vida”, cuenta el abogado, quien explica que a un testigo se le puede pagar un billete para viajar al lugar del juicio, pero nunca por declarar.

De acuerdo con Ospina, por acudir a los platós a ella le han sufragado los gastos para los viajes y las cantidades recibidas por su presencia han ido directamente a parar a los costes del proceso. Asimismo, también se han acercado a ellos plataformas como Sky y HBO (donde ha salido ya la primera entrevista con Rodolfo Sancho, por la que habría cobrado unos 150.000 euros que habría destinado a la defensa de su hijo en Tailandia). “Es una ayuda simbólica lo que nos han dado, alguna retribución directa por recursos como fotografías de Edwin. Un proceso así puede haber supuesto ya 40.000-50.000 euros, y eso no lo ha pagado ninguna plataforma. No cubren los gastos”.

La falta de recursos económicos fue también la razón por la que Ospina declarase en el juicio en lugar de hacerlo los padres de Edwin Arrieta. “Propusimos que testificasen para contar en qué situación se encontraban tras la muerte de su hijo. En primer lugar lo aceptaron, pero propusimos videoconferencia y se negaron por la diferencia de doce horas con Colombia y por los medios técnicos. ¿Por qué no fueron los padres? No tienen visa. Y lo más importante: no tienen 10.000 dólares para los billetes, más la manutención. Primero hay que pagar la bolsa de la compra, la luz y el agua. No tienen recursos. Es muy triste. Todos los que les afeaban el no haber ido les podían haber ayudado económicamente”.

Sospechas de corrupción y trato de favor hacia Sancho

De sus tres viajes a Tailandia, Ospina volvió preocupado del último, tras el juicio, donde vio y escuchó cosas que le hicieron poner en entredicho la confianza que, en principio, tenía en la justicia del país asiático. “Hay detalles que me llaman la atención, que me provocan inquietud. Como posponer las declaraciones, pero luego no declara ese día y declara después… Además, las respuestas eran inverosímiles, como lo del aire acondicionado. Para mi declaración no era un problema, pero para la de Daniel Sancho sí lo era”.

Además, manifiesta que tuvieron lugar ciertas conversaciones extrañas y muy llamativa le resultó la presencia del vicecónsul español en casi todas las sesiones del juicio. “Me empezó a preocupar porque se sentaba detrás de la familia Sancho, iba con su traductor y había filtraciones que no eran por nuestra parte. No me parecía la imagen correcta para España, como avalando o jurando confianza en la defensa del acusado. Podía implicar un mensaje implícito que cualquier persona podría entender”, dice insinuando un cierto trato de favor hacia el hijo de Rodolfo Sancho, ahijado del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez.

Según explica, este presunto favoritismo lo habrían notado también los agentes tailandeses, ya que sus abogados le dicen que es conocido en la zona que hay un acercamiento entre personas vinculadas a Daniel Sancho con las autoridades. “Están muy preocupados y me enseñan documentos e imágenes que apuntan en esta dirección. Les invito a que pongan una denuncia o hablen con la policía tailandesa, que, además, está muy disgustada con esto”.

“En el derecho penal no hay casualidades. En el juicio de Artur Segarra [español condenado en Tailandia a cadena perpetua], el vicecónsul no estuvo en todas las sesiones. Uno fue a puerta abierta, el otro fue a puerta cerrada. No es casualidad que haya medios que siempre están a favor de Daniel Sancho. No ponen el énfasis en cómo han pagado a un testigo, ponen el foco en buscar a un testigo para hablar mal de Edwin Arrieta. Yo no he llamado a ninguna víctima de Sancho en España. No hemos buscado demostrar que puede parecer un matón de discoteca, por los aparentes juicios que tiene por delitos de lesiones en España. No he ahondado en esa realidad, no me interesaba. ¿Qué más me da lo que haya periféricamente? Solo hace daño. Sin embargo, ellos sí lo han hecho. Yo no creo que sea una casualidad. El apoyo en prensa, el apoyo consular…”, agrega de forma crítica.

El carácter de Daniel Sancho

Terminado el juicio, y a la espera de que se lea la sentencia el próximo 29 de agosto, Ospina manifiesta haber regresado a España con un sabor agridulce después de que Daniel Sancho, quien según diferentes medios mostró mucha soberbia en el juicio, contestando a su padre y a las autoridades, no haya pedido perdón. “Es una barbaridad. Matas en defensa propia, de acuerdo con lo que dices, y no pides perdón por haberlo matado. Me quedo perplejo, atónico, sin palabras”.

Un perfil de Daniel Sancho que podría estar relacionado con la fuerza de su familia. “Tenían hasta a un fixer, una figura que lleva los papeles y asesora a la familia. ¿Qué vínculo jurídico tenía para estar en el juicio? Mis clientes no han tenido esa capacidad económica para tener un séquito para ir a juicio. En el banco de la acusación hay una abogada y ya. En el público: mis dos abogados. En el otro lado, el séquito. Más de seis personas”.

Su opinión de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo

Ospina ha afeado también las declaraciones de Rodolfo Sancho en su entrevista para la serie documental de HBO El caso Sancho. “Mi opinión legal es que obviamente no hay dos víctimas. Hay un asesino que ha matado con dolo, y otra persona fallecida. Por lo tanto, desde un punto de vista legal es imprecisa esta afirmación y desde un punto de vista humano prefiero no hacer valoraciones”.

“Estoy más de acuerdo con la madre, Silvia Bronchalo, quien dijo que todos habían perdido. No he tenido la oportunidad de interaccionar con ella como me hubiera gustado. Pero si noté en ella que mostró un lado materno con el que como padre empatizo más”, agrega.

Y carga contra el actor Rodolfo Sancho: “Las cosas no son como parecen. No voy a valorar la relación entre ellos, conocida por todos. Pero luego de ver las últimas manifestaciones del padre de Daniel Sancho hacia mí y la entrevista de HBO, creo fehacientemente que las cosas no son como parecen. La valoración que tienen la opinión pública no es con exactitud como realmente es. Yo he escuchado a Bronchalo decir que han perdido las familias y estoy de acuerdo, ha guardado respeto. Ninguna de las exteriorizaciones de Bronchalo frente a nosotros se pueden reprochar, pero creo que tenía una percepción equivocada del padre de Daniel Sancho”.

Para Ospina, las cantidades que se han gastado en la defensa de Daniel Sancho desde su familia son pantagruélicas. “Algún ahorro existe. En lugar de haberse gastado estas barbaridades de dinero para justificar lo que creen que han justificado, hacer una indemnización que hubiese sido un perdón y trabajar desde el minuto uno para que Daniel volviese a España habría sido mejor. No una confrontación total con la familia Arrieta. Nuestra familia nunca ha buscado venganza, sino justicia. Tienen el perdón en su ADN. Si quisieran exteriorizar el atisbo de humanidad, mis clientes lo habrían aceptado con gratitud, pero no han mostrado voluntad de reparación del daño”.

Su relación con Íñigo Onieva

Tras la exposición mediática que ha supuesto este juicio para Juan Gonzalo Ospina, muchos han sido los medios que han destacado un curioso contacto dentro de su agenda: Íñigo Onieva, a la sazón, marido de Tamara Falcó, marquesa de Griñón. Él se ríe cuando le preguntamos por él. “Le tengo cariño desde la infancia. Es un ser con un don de gentes espectacular. Todo son risas, abrazos y buena energía con sus amigos. Es de las personas con mayor inteligencia emocional que he tenido el placer de conocer. Y rápido en las distancias cortas”.

“Íñigo tiene una energía inconmensurable. Nunca acaba. Cuando salimos de fiesta es de esos que siempre tienen un sí para sus amigos y cuando hacemos alguna actividad es el primero que está en pie y quiere ir en bici, a correr o a donde sea. Es el primero que está en pie. Es un lujo tenerle como amigo. Es una suerte”, agrega.

Pero no desea que se le conozca solo por su amistad: “Toda gloria humana es efímera. Intento aprender todos los días de mis errores y de los que están cerca de mí. Y creo que lo que tiene que resaltar la opinión pública son los éxitos y aciertos como abogado que he conseguido. Como ganar recursos en el Tribunal Supremo. Eso como jurista es aquello por lo que me gustaría que se me conociese”.

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