FAMOSOS
Joaquín Torres, sobre su infancia: “Mis padres me llevaron a un psiquiatra para curar mi homosexualidad”
El ‘arquitecto de los famosos’ recuerda a su madre, recientemente fallecida, y el apoyo que le brindó cuando él se sentía “una decepción” por su orientación sexual.
Los últimos meses en la vida de Joaquín Torres han sido una tormenta tropical de gotas en forma de malas noticias, dolores familiares y choques —literalmente— que terminan por dibujar el difícil escenario que ha sido el puente entre el pasado calendario y el presente: una crisis matrimonial, la muerte de su madre, el enfrentamiento con su hermano y el accidente en moto, así como las cinco operaciones que siguieron a este último.
Parece asomar algo de luz en su horizonte al recibir el alta hospitalaria y afrontar su recuperación desde la tranquilidad de su hogar. Y ha sido allí donde ha recibido a Semana para, en esta difícil etapa de su vida, abrirse en canal y no hacer de las verdades una necesidad.
“He tocado fondo. Lo perdí todo el día que ella murió”, dice, recordando el fallecimiento de su madre a principios de marzo, agregando, además, algunos detalles sobre las últimas horas de ella y que traen a colación una de las polémicas que ha acompañado al llamado ‘arquitecto de los famosos’ durante los últimos meses: “En su lecho de muerte, pregunté a mi madre si quería ver a mi hermano Julio y me dijo que no, que se quería ir en paz”.
La luz en los días más difíciles
Su madre era el tronco maestro de la presa de su vida, un apoyo que se hizo fuerte cuando Joaquín no encontraba mano amiga. “Con 14 años, mis padres me llevaron a un psiquiatra para curarme de mi homosexualidad y eso hizo retrasar mi proceso”, asegura, destacando el papel de su progenitora en aquellos años: “Mamá lo era todo para mí. Cuando yo me sentía una decepción por mi homosexualidad, estuvo a mi lado”.
La cascada de declaraciones con las que alimenta la entrevista es un manantial de buenas palabras que, en este punto, en relación a aquellos años en los que tenía dudas acerca de su orientación sexual, brota sin cesar, agradeciendo la “generosidad” de su exmujer para con sus hijos y hacia su marido, Raúl Prieto.
Es él su luz. “Raúl es el amor de mi vida, es la persona con la que quiero vivir y morir”, reflexiona, despejando la oscuridad de los meses previos: “Llegué a sentir que le hacía daño porque descargaba contra él mi dolor, por eso dije que necesitaba alojarme”.
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