Joana Sanz se pronuncia sobre su ilusión

Joana Sanz está atenta a todo lo que se dice sobre ella. Las últimas informaciones al respecto de la vida de la canaria hablaban de que la joven habría sido expulsada de la casa que compartía con Dani Alves en Barcelona tras negarse a firmar un acuerdo de confidencialidad con el futbolista, quien se encuentra en prisión preventiva en el centro penitenciario Brians 2 tras ser denunciado por una mujer de 23 años que dice que esta la violó en el baño del reservado de la discoteca Sutton de la Ciudad Condal en la noche del pasado 30 de diciembre.

Una noticia que ella misma se ha encargado de desmentir a través de un vídeo en sus historias de Instagram. “Estoy muy cansada de tantos chismes. Nadie me ha echado de casa, me voy sola porque quiero empezar la vida de cero”, decía. “Me he cogido mi propio apartamento para vivir solita”.

A raíz de esta salida de la vivienda, la modelo decidía poner rumbo a Madrid para empezar una nueva vida, algo que, según contaban en el programa Fiesta, no sería especialmente traumático para ella, ya que en esta ciudad estaría conociendo a un empresario con el que ya se la habría visto paseando por las calles de la capital.

Una información sobre esta ilusión a la que ha querido dar respuesta a través de las redes sociales. “La nueva ilusión de mi vida: YO. Trabajadora, independiente, ambiciosa, bella y lista. Juguito de odio para las malas lenguas”, escribía en sus stories de Instagram, a lo que añadía un vídeo de ella desfilando para una marca de ropa interior.

Reivindicación por el 1 de Mayo

La canaria también aprovechaba las redes sociales para reivindicarse como modelo internacional, profesión que ejerce desde muy joven. Así, junto con una imagen de ella en Los Ángeles, apoyada muy sonriente en un coche de la Policía, escribía: “Mi primer viaje al otro lado del mundo. Ya tenía como base Madrid y había dado un par de vueltas por París, Milán, Alemania o Suecia”.

“Recuerdo el pánico que tenía por viajar sola por trabajo a los Estados Unidos. No está muy bien visto para los controles aduaneros que una joven viaje sola al otro lado del mundo para trabajar. Me retuvieron no sé ni cuántas horas, sin teléfono y haciéndome miles de preguntas mientras revisaban mi ordenador…”, añade.

“Uno de tantos malos momentos en los que una está sola y se las tiene que arreglar sola. Finalmente conseguí llegar a mi trabajo de 5 días en el desierto con plena gratitud. Gratitud por las personas que apostaron en mí para esa campaña y que, si no recuerdo mal, fue de los primeros trabajos bien pagados que tuve. ¿Saben una cosa? No me llevaron a L. A. a fotografiar una campaña pagándome genial por mi cara bonita (que también), sino porque tengo una energía aún más bonita que me ha llevado a conseguir todo lo que me proponga en esta vida”, escribe.

“Porque aprendí a no quejarme y a tener una sonrisa para todo el mundo, que aunque tu vida personal esté desmoronada, nadie tiene por qué pagarlo y merecen recibir la mejor versión de ti. Porque trabajé desde los 14 años en todo lo que pude para poder elegir, para poder llenarme la boca diciendo ‘me lo puto merezco porque yo me lo luché’. Seguiré luchando por lo que me apasiona, por crecer y por ser cada día una versión mejorada de mi misma”, concluía.