RELACIONES PAREJA

Joana Sanz: “Le pedí dinero a Alves para irme de España”

La todavía pareja del futbolista ha dado una entrevista en exclusiva al portal Vanitatis donde habla de cómo está viviendo tras la denuncia al brasileño.

“Sí, claro que creo Dani es inocente. Hasta donde yo sé, todavía no ha habido un juicio. No podemos condenarlo antes de que eso ocurra”. Así arranca la charla entre el periodista Marc Leirado y Joana Sanz reproducida por el portal Vanitatis, con el que la modelo ha hablado en exclusiva para contar cómo se siente después de que su todavía marido, Dani Alves, está en prisión provisional acusado de agredir sexualmente a una joven de 23 años en el baño del reservado de la discoteca Sutton de Barcelona la noche del pasado 30 de diciembre.

La tinerfeña, que dice haberse ido enterando de las noticias sobre su marido a través de los medios, cuenta al principio no se lo creía. “Yo no daba crédito a nada. Me quedé en shock. Y todo me parecía gravísimo. Él entró en prisión sin haber pruebas. No nos olvidemos de que fue a declarar voluntariamente. Que no tuvo ninguna notificación para ir a hacerlo, nadie se lo pidió. Y de allí directamente lo llevaron a prisión”.

No obstante, pese a verlo entre rejas, confía en que no es culpable del delito del que se le acusa. “Creo en su inocencia y espero no equivocarme. Conociéndolo, puedo decir que Dani no es una mala persona. Que ha metido la pata con nuestro matrimonio, hasta el fondo, sí. Pero creo que él nunca hubiera hecho eso siendo consciente de que podía perderlo todo. Es demasiado grave”.

La ristra de versiones del brasileño

Sobre las numerosas versiones dadas por el jugador hasta la fecha para tratar de eludir la acción de la justicia, la maniquí responde así: “Pienso que lo hizo por mí, por no darme otro palo. Cuando entró en prisión, hacía una semana que mi madre se había muerto y supongo que no quería hacerme sufrir más. Creo que no quería contarlo para evitar provocarme más dolor en el peor momento de mi vida. Pero lo más terrible no es eso, sino lo que yo veo y oigo constantemente en los medios de comunicación. Es inaguantable”.

Cristóbal Martell, abogado penalista de Dani Alves. David Zorrakino Europa Press

Sobre su relación de pareja

Durante su entrevista, por la que la modelo no ha cobrado nada, el periodista le pregunta por qué, si cree en la inocencia de su todavía marido, se separan. “Yo me planteo el divorcio porque descubro que me ha sido infiel, pero, a pesar de todo lo que se ha dicho, aún no hemos iniciado los trámites. Seguimos casados. De momento solo es de palabra. Dani y yo tenemos una conversación pendiente porque ha roto unos valores que yo considero que son los que mantienen un matrimonio: el respeto y la confianza. Pero, pese a todo esto, seguiré estando ahí porque Dani es mi familia”.

Sobre su relación antes de que ocurriesen los hechos, explica: “Estábamos superbién, nosotros nunca discutimos. Jamás hemos tenido un problema por nada. Yo soy una persona muy fácil y no discuto. Lo que más me duele de que haya pasado todo esto es que el amor está intacto. Dani cometió un error y ha perdido todo lo que teníamos por esto”.

En cuanto a su relación actual: “Lo voy a ver a prisión. No hay mal rollo. Hemos estado juntos ocho años y yo no me quedo solo con esto, que ha roto nuestra relación como pareja. También me quedo con otras muchas cosas buenas que hemos vivido y compartido juntos. No le deseo el mal a nadie, y muchísimo menos a él. Siempre me he llevado muy bien con mis exparejas, así que cómo no me voy a llevar bien con el hombre con quien he compartido ocho años de mi vida”.

“Siempre nos quedamos con el rencor y con el mal que nos hacen, pero que nos hagan algo malo no significa que tengamos que devolverlo con algo malo. Él ahora está encerrado entre cuatro paredes de cemento. Aún no ha tenido un juicio, aún no ha sido condenado. Y eso mentalmente tiene que ser tremendo”, agrega. “Voy a verlo al margen de la relación. Voy a verlo porque él estuvo siempre que yo lo necesité. Es cierto que, cuando yo más lo necesitaba, él me hizo esto, pero antes también hemos compartido nuestra vida, y él también ha estado a mi lado en otros momentos muy duros. Vino al funeral de mi madre. Cogió un vuelo desde México el mismo día que murió y se plantó en Tenerife. Estuvo conmigo, así que ahora cómo no voy a estar yo con él, cómo no voy a ir a verle”.

Dani Alves y Joana Sanz. Instagram.

Cómo son las visitas en la prisión

Lo veo a través de un cristal y hablamos a través de un teléfono. No estamos solos. Son cabinas transparentes en las que, a los lados, tienes más personas que, si hablas un poco alto, te escuchan. Por eso me resulta tan violento y por eso aún no hemos podido hablar de las cosas serias que nos afectan. Aún no he podido ni insultarlo [risas]”, cuenta la modelo.

“Hablo con él todos los días por teléfono. Porque es la única manera que tengo de saber que está vivo. Yo no puedo llamarle, ni mandarle un mensaje. Y necesito saber cómo está. Si ha comido, si duerme, si hace ejercicio. Necesito saber que anímicamente está bien, para yo estar tranquila. Me preocupa que está en un sitio donde le puede pasar algo. No puedo evitar preocuparme por él, pero eso no significa que no esté dolida por lo que me ha hecho. Si estuviera en casa, seguramente lo tendría bloqueado y dejaría que cuidaran de él sus amigos. Pero la situación en la que está es diferente”, agrega.

El primer mes que estuvo allí, solamente lloraba. No tiene a nadie con quien hablar. Está solo con sus pensamientos. Ahora, con el paso del tiempo, está siendo más fuerte, haciendo ejercicio como puede y leyendo mucho para tener su cabeza ocupada”, cuenta sobre la estancia de Alves en la cárcel de Brians 2.

Riesgo de fuga

Sobre el riesgo de fuga al que apuntan el Ministerio Fiscal, la jueza y la abogada de la presunta víctima, responde: “Pero ¿a dónde va a ir? Si fue voluntariamente a declarar y en ningún momento ha huido de nada. Además, lo que él me dice es que la persona a la que más quiere soy yo y que por eso jamás se iría de España. Y hoy en día lo tienen muy fácil poniendo medidas: la retirada del pasaporte, un GPS, no sé, es que hay un montón de opciones”.

Ester García, abogada de la denunciante del 'caso Alves'.David Zorrakino Europa Press

“Estoy muy triste y asustada”

“Mal, muy triste y asustada”, responde a la pregunta de cómo se encuentra. “Estoy yendo al psicólogo para que me ayude, porque, si no, el cerebro dice ‘ciao’. Es tremendo todo lo que ha ocurrido. Y me está salpicando todo a mí sin haber hecho nada. Al revés, yo soy una víctima también. A mí me está tocando lidiar con algo que me he encontrado, sin comerlo ni beberlo, porque no soy ni denunciante ni denunciada”, relata.

Asimismo, responde que no hay opción de reconciliación. “Y me duele en el corazón porque yo lo amo y lo voy a amar siempre. Ha sido una etapa muy importante de mi vida y por eso seguiré estando ahí, por respeto, pero no como pareja”.

La relación con la familia de Alves

Bien, yo hablo con sus hermanos, con sus hijos y con Dinora. Con la madre no he hablado, porque sé que ella, emocionalmente, lo está pasando muy mal y no quiero ser invasiva. Pero sí que hablo con los hermanos, que son más jóvenes y gestionan las cosas de otra manera, y les digo que cuiden mucho de su madre. De verdad que tengo mucho apoyo por parte de todos ellos. Cada vez que se publica que la familia de Dani habla mal de mí, se ponen en contacto conmigo para recordarme que me respetan mucho y para disculparse y prometerme que ellos no han dicho nada de todo lo que se dice. Hasta Dinora ha estado en mi casa apoyándome y secándome las lágrimas. Yo no me llevo mal con nadie”, cuenta sobre la relación con la familia de su expareja.

Sobre los mensajes del hermano de Dani, dice: “Sinceramente, no los he visto, pero si es un mensaje de ataque puede que sea por los amigos o por las personas que ya no están a su lado. No lo sé, pero por mí espero que no, ya que no tendría sentido que un día me apoyen y al otro no”.

Y aclara que no le han pedido que se vaya de la vivienda que compartía el matrimonio. “¿Cómo me van a echar de mi casa? Dani me ha suplicado que no me vaya, pero me he ido porque necesito trabajar. Necesito separar las cosas y volver a recuperar mi vida. Esa es la casa familiar y tiene demasiados recuerdos”.

Lucia, madre de Dani Alves, acompañada por sus dos hijos, Domingo y Luci.Europa Press Europa Press

Su independencia

Por otro lado, la modelo ha negado que el futbolista le costee sus gastos. “Yo siempre me he resuelto sola. La casa familiar sí que la paga él, pero las casas o apartamentos en los que vivo, para trabajar o por ocio, me los gestiono y los pago yo. Creo que esto es uno de los factores que ha mantenido nuestro matrimonio sano. El que cada uno dé y reciba, no que alguno se sienta con algún deber por tener mejor posición económica. Como por ejemplo los viajes, yo también pago viajes, no a su nivel, pero sí que lo hago. Igual que los regalos espontáneos. Eran más cosa mía, él no es tan detallista”.

Sobre su situación profesional, explica: “En un principio me asusté mucho, porque yo soy hija única y cuando mi madre cayó enferma tuve que dejarlo todo durante tres meses para irme con ella a Tenerife. Y después de fallecer y con lo que ha pasado con Dani pensé que no tendría fuerzas para volver al trabajo. Unido a la incertidumbre de cómo me iba a afectar todo esto mediáticamente. Fue en ese momento cuando le pedí ayuda económica a Dani para irme de España, porque toda la presión mediática está aquí y yo no sabía cómo lidiar con esto, y no sabía si iba a volver a trabajar. Me quería ir a París pero, al precio que están los pisos allí, no iba a poder pagarlo. No sabía qué hacer, necesitaba largarme como fuera. Y solo por salud mental le pedí ayuda para poder dejar España. Pero Dani me dijo que no”.

En cuanto a esta negativa de Alves, agrega: “Tengo dos versiones. Primero la que él me dijo, que es que ahora no podía económicamente. Y la otra, que no quería que me fuera de casa. No quería que me alejara para no perder ese contacto conmigo. Obviamente yo me lo tomé a mal, porque nunca en la vida le he pedido nada, siempre me lo he gestionado yo sola todo, y sin embargo he visto como a sus amigos y a personas que acababa de conocer los ayudaba en todos los sentidos. Por eso me molestó. En ese momento lo necesitaba, llevaba meses con mi madre enferma, sin poder trabajar y me veía en la necesidad de irme del país por la situación mediática en la que me encontraba, sin tener culpa de nada. A partir de ahí ya no quise volver a hablar más con él de dinero, bastante me dolió pedirle algo como para que encima me lo negara. Me dije a mí misma que tenía que salir adelante sola, así que me he buscado la vida como hago siempre”.

“Sabe que me he venido a Madrid. Me preguntó que por qué me sigo moviendo por España si me siento tan agobiada por la prensa. Me animó a irme fuera del país, pero le recordé que yo tengo los pies en el suelo y que no puedo irme a donde me gustaría. A lo que él me respondió que me iba a ayudar. Pero ahora ya no quiero. Es tarde”, sigue.

Asimismo, apunta que también ha tenido ofertas económicas para hablar sobre el tema y las ha rechazado. “No quiero entrar en el meollo. Primero, porque yo lo paso mal con una cámara delante. No es lo mismo posar por trabajo que hablar de mi vida privada. Soy muy expresiva y muy transparente, y por eso no quiero exponerme. Mi trabajo no es ni de influencer ni de celebrity. Puedo vivir perfectamente sin las redes”.

Joana Sanz sobre la pasarela.Francisco Guerra Europa Press

La presión mediática

Me gustaría ser anónima, pero ahora estoy jodida. Ser anónimo es maravilloso. A mí lo que me fastidia es sentir que tengo que comportarme y mantener unas formas y una imagen. Hacer periodismo así, como el que estás haciendo tú, que eres un amigo, para que te exponga mi opinión, es una cosa, pero otra es el morbo de grabar una parte íntima”, explica.

Yo en mi subconsciente creía que sin redes no iba a pasar todo esto y que con cerrarlas funcionaría. Pero al final volví a las redes el día que fui a la presentación de una canción de mi amiga Lola Índigo. Sentí que la letra iba como para mi madre, me puse a llorar porque justo ese día hacía tres meses de su fallecimiento y tuve esa necesidad de compartirlo a través de las redes sociales”, aclara sobre sus ideas y venidas de las redes sociales.

Sobre una nueva ilusión, cuenta: “No tengo tiempo para eso. La nueva ilusión de mi vida soy yo”. Y dice no conocer tampoco a Hiba Abouk, a la que le ha sucedido algo parecido con su expareja. “No la conozco y no ha habido ninguna comunicación entre nosotras”.

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