Cómo amasó su fortuna el Turronero, anfitrión de la fiesta donde se vieron Escassi e Hiba Abouk

Si hay un personaje del que últimamente no deja de hablarse en todos los medios (Escassi aparte) ese es el Turronero, nacido José Luis López. Sus fiestas están en boca de todos porque lo fastuosas y multitudinarias, pero también por la pantagruélica cantidad de famosos que congregan.

Se dice que medió entre Bertín Osborne y Gabriela Guillén para que el cantante reconociese a su hijo con la paraguaya, que ha invertido en el nuevo negocio de Iñigo Onieva (marido de Tamara Falcó, la marquesa de Griñón), y hasta está en medio del lío de la ruptura de Álvaro Muñoz Escassi y María José Suárez, ya que fue en su última celebración, la comunión de su nieta, donde habrían pasado tiempo juntos el jinete y la actriz Hiba (Jiba para la ex miss España) Abouk.

Sonrisas, fotos con celebridades…, pero poco se sabe de él, hasta hoy, que ha dado unas palabras a la periodista Paloma Barrientos en La Razón, tras recoger el jueves en Madrid el Premio Empresa Social por los proyectos que se realizan a través de su Fundación López Mariscal en las áreas de Educación, Deporte, Enseñanza y Desarrollo.

Cómo hizo su fortuna

Pese a su apodo, la fortuna de José Luis López no proviene del turrón, dulce que sus padres vendían junto con las garrapiñadas y almendras en las ferias, por lo que él únicamente heredó el apodo. Tras comenzar en lo profesional como corredor de seguros, se pasó al negocio inmobiliario, donde se dedica a comprar y vender propiedades, e invierte también de vez en cuando en otros proyectos.

“Somos una familia muy unida y todos seguimos trabajando mucho. Cada uno con lo suyo. La gente cree que me ha ido bien en la vida porque he tenido suerte, pero empecé desde lo más bajo. Mi vida está llena de muchísimos amigos que son a los que les abro las puertas de mi casa. Lo hago de corazón”, explica al medio antes citado.

“Me gusta compartir lo que tengo con mis amigos y con la gente que quiero, e incluso con los enemigos. ¿Por qué lo tengo que esconder? ¿Por qué lo tengo que justificar? Si no lo gastas eres un encogido, un avaro y lo quieres todo para ti. Y si haces al revés, eres un derrochador. Por eso no hago caso. Creo que los que hablan por hablar se retratan ellos mismos”, agrega.

Durante su charla con el medio, explica también que sus multitudinarias celebraciones nadie está incómodo, pese a tener una lista de invitados de lo más ecléctica: “En mis fiestas da igual la gente que tiene dinero o la que no, nadie se encuentra desubicado. Todo el mundo conecta y se lo pasa bien. Hay buenísimas energías y eso me lo dicen siempre. Por las mañanas me levanto con ganas de hacer cosas, y lo hago con ilusión y transparencia. Quiero dejar claro que en la fundación me gasto mucho más dinero que en cualquiera de mis fiestas”.

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