REDES SOCIALES
Frank Cuesta reaparece tras “la peor mordedura de víbora”
El herpetólogo vuelve a YouTube para explicar lo sucedido y aclarar cómo se encuentra después de este gran susto que le obligó a acudir al hospital.
El pasado miércoles, Frank Cuesta asustaba a todos al anunciar que había sido víctima de “la peor mordedura de víbora posible”. Un incidente que le obligó a acudir de urgencia al hospital después de ver como el pulgar de su mano izquierda comenzaba a hincharse a causa del peligroso veneno. Tras varios días de silencio, el herpetólogo retoma su actividad en YouTube para informar de su evolución y explicar cómo sucedió todo.
“De momento sigo vivo”, comienza diciendo. “Es una mordedura muy rara. En comparación con la víbora verde de aquí, el efecto es rapidísimo. A los 30 segundos estaba con un dolor brutal y a los 5 minutos tenía la mano como una patata”, sigue relatando en su canal. Frank Cuesta adelanta que la recuperación de su pulgar no será nada fácil ya que el veneno de ese tipo de víbora “afecta a los tendones”. “Esta mano es como un garfio ahora, solo puedo utilizarla como posadera”, cuenta.
Asimismo, el leonés, de 51 años, aclara la razón por la que no pudo recurrir a un anti-veneno. “Es una medicina que afecta muchísimo al sistema inmunológico. Yo tengo un problema en ese sentido al ser paciente de leucemia, así que esa opción es imposible”, dice.
Responde a las críticas
“Mucha gente dirá que juego con serpientes... No, mira. Yo juego con serpientes cuando hago el programa de televisión, que damos un poco de espectáculo. Hay veces en las que estás recolectando veneno de una serpiente y aparece otra de la misma especie y te pega un mordisco sin que te des cuenta. Esas cosas pasan y no hay que enfadarse”, continúa expresando después de recibir varios mensajes criticando su estilo de vida.
“Las últimas horas han sido horribles porque yo no me puedo quedar en el hospital. Hay bebés en el santuario y estoy solo. Este domingo tiene alguien a ayudarme porque estoy destrozado. Te ves solo, jodido, con bajones de tensión. Esta, sin lugar a dudas, es la peor mordedura de víbora que he tenido jamás. La reacción ha sido brutal”, zanja.