Sofía Suescun, tras su entrevista en ‘¡De Viernes!’: “Ahora toca recomponerse”

Una semana y media después del mensaje en el que Maite Galdeano comunicaba que su hija, Sofía Suescun, la había echado de casa bajo la influencia de su novio, Kiko Jiménez, el culebrón llega a su punto álgido. La visita de la exparticipante de Supervivientes al plató de ¡De Viernes! ha terminado por dinamitar una relación que cada día se antoja más incurable. A pesar de que en los últimos días se ha visto a Jiménez emprender acciones legales contra su suegra y cómo los testimonios de cada uno arrojaban una macabra luz sobre la figura de Galdeano, la emisión del formato nocturno supone un escalón más en la escalada de esta tensión galopante.

La esencia de la entrevista se palpó desde el primer adelanto de la misma. “Esta historia se remonta en un pasado muy lejano, desde que soy prácticamente una niña, donde una madre quiere hacer de mí una prolongación suya (...) Mi madre me ha arruinado amistades, relaciones y en muchos momentos la existencia. Siento miedo, veo a una madre endemoniada”, dijo. Ahora Suescun reaparece en redes sociales para comentar cómo ha vivido una noche tan particular.

“Hola amores. Hoy he amanecido con una grandísima resaca emocional. Anoche tuve la entrevista más dura de mi vida, pero a su vez supuso una gran liberación para poder abrirme en canal. Agradezco de nuevo el respeto con el que se ha tratado el tema en todo momento y la cantidad infinita de mensajes desde el cariño y la comprensión que no paráis de enviarme”, ha dejado por escrito, marcando la línea a la que quiere encaminarse en el futuro más cercano: “Ahora toca recomponerse y a disfrutar del maravilloso regalo que es la vida, donde sólo hay una y pasa muy rápido”.

“Pido ser libre”

Las respuestas de Suescun fueron, en realidad, un lamento desesperado que necesitaba ser exteriorizado; no fueron, en ningún caso, fruto del rencor. “Quiero creer que es fruto de sus celos porque ella considera que yo soy de su propiedad. Si no salen las cosas como ella quiere, piensa que todos somos malos”, dijo de las palabras de su madre.

“El peor día de mi vida fue el 4 de agosto, lo voy a llevar desagraciadamente en mi recuerdo. Regreso de Supervivientes, donde había estado libre, y cuando volví a la rutina mi madre no paraba de machacarme diciendo que no tenía que haber vuelto a la tele”, explica, detallando después que las siguientes jornadas fueron acumulando problemas familiares —desde el allanamiento que su madre realizó en su casa hasta los constantes chantajes— que, finalmente, desembocaron en la situación que Galdeano denunció en redes.

Su mensaje de despedida aunó todas las intenciones de sus respuestas. “Pido libertad, ser libre. No vivir con esa presión que muchas veces me quitaban las ganas de vivir. No deja de ser mi madre. Eternamente, estaré agradecida de haberme traído al mundo, eso nadie lo va a cambiar, pero ahora mismo no está bien y necesita ayuda”, sentenció.

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