Sergio Ramos desvela un nuevo tatuaje de ubicación imposible

Sergio Ramos acumula ya incontables tatuajes a lo largo y ancho de su cuerpo. El futbolista andaluz lleva años poniéndose en manos de tatuadores profesionales para decorar su físico con dibujos de toda índole en zonas que van desde brazos, espalda y piernas hasta su abdomen, cuello e incluso la cabeza, donde recientemente se tatuó los números 15 y 93 a cada lado. Tal es su afición por los tatuajes que muchos de sus seguidores reconocerían sin dificultad la secuencia de su gol en Lisboa en 2014 en su pierna izquierda, el naipe del rey de copas encima de la Champions, su homenaje a Antonio Puerta, la silueta de Camarón o los recuerdos de sus cuatro hijos.

Y aunque parecía que ya no quedaba un centímetro cuadrado de su piel sin tinta, el de Camas ha vuelto a sorprender a todos al añadir un nuevo dibujo a su cuerpo, tal como ha mostrado a través de una publicación en su Instagram, en la que se puede ver el nuevo tatuaje que luce en la parte de atrás de la cabeza con motivo de un carrusel de imágenes que ha subido para festejar una victoria de su actual equipo, el Monterrey mexicano.

El escudo lleva a ambos lados las iniciales de los nombres de sus padres: JM (José María) y PG (Paqui García). En la parte inferior, el tatuador ha escrito el apellido de futbolista: Ramos. Y este se completa con la figura de un caballero medieval. Un dibujo que se trata de una creación totalmente original para el marido de la presentadora Pilar Rubio.

Otros tatuajes

Además, el excapitán del Madrid tiene otros ‘secretos’ adornando su anatomía que quizá han pasado desapercibidos para el gran público. En uno de sus tobillos, resguardado cuando se pone el uniforme de trabajo, Ramos luce el nombre de toda una leyenda de Barcelona y Atlético: Bernd Schuster. El alemán, que jugó y dirigió posteriormente al Real Madrid, defendió los colores del conjunto blaugrana durante ocho años en la década de los 80 ganando cinco títulos antes de mudarse a Madrid. Con el club de Chamartín ganaría dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España para después enfundarse la camiseta del Atlético y ganar dos nuevas Copas del Rey, una de ellas en el Santiago Bernabéu, frente al Madrid y con gol de falta por su parte.

Curiosamente, Ramos y Schuster, uno de los dos únicos futbolistas en toda la historia que jugaron en Barcelona, Atlético y Real Madrid, unirían sus caminos cuando el alemán fue contratado como entrenador del equipo blanco en el verano de 2007. Ambos tuvieron sus más y sus menos y hubo algún castigo de por medio entre declaraciones públicas, pero todo quedó solucionado con una charla en el vestuario y el técnico solo tendría buenas palabras para él en los años siguientes.

Pero, como cabía esperar, el futbolista no lleva el nombre del entrenador alemán por lo que vivieron en el Real Madrid. Para encontrar la explicación hay que remontarse a la infancia del sevillano en la pequeña localidad de Camas y así lo desveló el cantante Rasel en una entrevista hace ya un tiempo. Ambos crecieron en el mismo municipio e incluso compartieron colegio, precisamente un lugar donde Ramos ya demostraba un talento especial para el fútbol: “Le decían Schuster”, confesó el músico para los medios oficiales del Sevilla.

“Soy cuatro años mayor que él y desde chico ya se le veía. En el cole le decían Schuster por los pelos. Lo que hacía desde chico era jugar al fútbol y jugar al fútbol, y ya se veía que ese niño tenía algo”, agregó antes de confesar la alegría que siente cada vez que coinciden los dos y recuerdan aquellos tiempos felices de su niñez.

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