Sale a la luz la llamativa conversación de Daniel Sancho en el avión rumbo a Tailandia

Daniel Sancho, que lleva doce meses en prisión provisional en la cárcel de Koh Samui, cuenta los días para conocer la sentencia por el crimen del cirujano colombiano Edwin Arrieta que tuvo lugar el verano pasado. Una resolución que se conocerá el próximo miércoles 28 de agosto y que podría llevarle a la cadena perpetua o pena de muerte, vigente aún en el país tailandés. Cabe recordar que la Fiscalía mantiene tres cargos contra él: asesinato con premeditación, ocultación del cadáver y destrucción de documentación ajena, es decir, el pasaporte de la víctima.

Con la incertidumbre y los nervios a flor de piel, la familia Sancho, que insiste en que se trata de un homicidio involuntario y no de un crimen premeditado, se prepara para cualquier tipo de situación. “Rodolfo está cargado de optimismo, que eso es bueno (...) Se espera una sentencia lo más favorable posible, por lo menos que no sea la más grave, que sea lo más venidero”, afirmaba hace unos días Rodrigo, hermano del actor y tío del acusado, en declaraciones para Europa Press.

Por su parte, los familiares de Edwin Arrieta insisten en que Daniel tenía todo planeado para acabar con la vida del colombiano. Un relato muy en la línea del que ofrece la revista Semana después de hablar con una familia española que viajó al lado del recluso en un vuelo doméstico rumbo a Bangkok poco antes del crimen. Durante las largas horas de viaje, charlaron con él distendidamente sin imaginar todo lo que ocurriría poco después.

Una frase muy llamativa

“Daniel estaba sentado a nuestro lado. Mis hijos tienen veinte y pico años... Más o menos la edad de él, así que no tardaron en hablar (...) Empezaron a intercambiar opiniones sobre el destino y los lugares de interés en la capital de Tailandia”, comienza explicando la mujer. En su relato, cuenta que el hijo de Rodolfo Sancho viajaba “con ropa informal” y que les contó que trabajaba como cocinero en España: “Fue muy simpático. Nos pareció un encanto, al verdad. Se notaba un chico muy educado. Se desenvolvía bien para hablar... Muy majo”.

“Nos dijo que se dedicaba a la hostelería, que trabajaba en un restaurante de Madrid y que iba a montar otro, algo en plan groumet, y que ya no tendría que ir más a Tailandia (...) Enseguida nos preguntó si conocíamos el país y que si era la primera vez que íbamos allí. Nos contó que es muy bonito, que él había ido muchas veces y que estaba seguro de que nos iba a encantar”, añade.

Lo realmente llamativo de esta conversación llegó cuando Daniel les reveló que sería su último viaje a Tailandia: “Nos dijo: ‘Esta será la última vez que viaje allí’. No nos dio muchos más detalles, pero parecía ilusionado con sus planes”. Días más tarde, esta familia española se enteró de todo gracias a los medios de comunicación. “Nos dimos cuenta que el chico que salía en las noticias era el mismo que había volado con nosotros. Nos quedamos helados. Todavía no nos lo podemos creer”, zanja.

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