JUSTICIA

Detienen a Nicki Bille por intentar robar en un supermercado

El futbolista danés ha protagonizado un violento altercado en un supermercado al intentar robar por la fuerza varios productos cuyo valor total no superaba los 20 euros.

Cuando Nicki Bille fichó por el Villarreal estaba llamado a ser una de las grandes promesas del fútbol danés. Aterrizó en 2010 y disputó 33 partidos con el filial del submarino amarillo, siendo cedido al Elche la siguiente temporada y, posteriormente, al Rayo Vallecano. Después emigró a Noruega. A España ha vuelto en forma de noticia numerosas veces más, pero no por su desempeño en el balompié: el ariete ha tenido numerosos problemas con la justicia. El último, un robo en un supermercado.

Según rotativos daneses, Bille protagonizó un altercado en una tienda al intentar robar varios productos por valor de 20 euros; los empleados del local le impidieron salirse con la suya, y el futbolista comenzó a derribarles y a proferir insultos. “Te romperé la mandíbula para que tengas que comer yogur durante seis semanas”, llegó a gritar a uno de los trabajadores del supermercado mientras le agarraba del cuello.

En realidad, la gravedad del asunto no reside en el intento de hurto, sino en la situación derivada de este escenario: únicamente quería robar un vino de cartón, zumo y sopa instantánea tailandesa, pero ha sido su actuación posterior la que le ha devuelto a un huracán polémico del que, podría decirse, jamás ha salido. Él mismo se ha declarado culpable; y la jueza, a su vez, ha decretado cuatro semanas de prisión para el exrayista.

Un dilatado historial

No es el único incidente en el que se ha visto envuelto. Ya en 2019 fue condenado por romperle la nariz a un portero de discoteca, amenazar a una enfermera y a un ciclista —al segundo, empleando una pistola de aire comprimido— y por posesión de cocaína. Esto ocurrió apenas unos meses después de que el jugador tuviera que pasar varias semanas hospitalizado tras ser tiroteado con una escopeta de perdigones en su propia casa y en plenas Navidades.

No queda ahí. En 2018 vio cómo el Panionios griego le rescindía el contrato tras pasar un mes en la cárcel de Mónaco acusado por agredir a dos mujeres en la calle. Tres años antes, fue condenado a 60 días de prisión condicional y a trabajos comunitarios por otro altercado con un policía en Copenhague; en esta ocasión, incluso, llegó a morder a un agente.

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