Nacho Montes abre la puerta al dolor en ‘Flores bajo la nieve’: “He pasado el peor verano de mi vida”
El escritor publica su sexto libro, una conmovedora y valiente novela en la que repasa algunos de los episodios más difíciles de su vida.
Un emocionadísimo Nacho Montes se dio cita en una conocida coctelería de Madrid para presentar su sexta novela ‘Flores bajo la nieve’ de la mano de La Esfera de los Libros. Una conmovedora y valiente novela en la que el escritor y colaborador de televisión repasa algunos de los episodios más difíciles de su vida como la pérdida de su madre hace 23 años o el fallecimiento de su marido Justin en 2012.
“Cuando dije que sí a este libro, sabía que me iba a doler... Y duele, duele mucho. He pasado seguramente la peor primavera y el peor verano de mi vida porque he abierto la puerta al dolor”, comenta el escritor frente a AS. “Es verdad que ‘Flores bajo la nieve’ tiene cosas duras, como tanta gente que tiene momentos duros, pero también tiene cosas muy bonitas (...) No solo es un homenaje a las personas que no están, como mi madre, es también un relato de la época en la que nací, que no era nada libre y yo tuve la suerte de que en mi casa nadie me dijo nunca nada”, añade.
Eso sí, Nacho Montes advierte de que es una novela y no una autobiografía. “Todos y cada uno de los pasajes, historias y personajes que aquí aparecen novelados son reales, existen o existieron y han formado parte de la historia de mi vida en algún momento de los últimos 45 años”, afirma. No obstante, desvela que tan solo hay un personaje con un nombre falso, Marius, el primer hombre con el que mantuvo una relación: “Mi familia se ha enterado con este libro que he tenido novios clandestinos antes de mi mujer”.
Un libro muy personal
El relato de ‘Flores bajo la nieve’ arranca con la llamada que lo cambia todo: Justin, la gran historia de amor del narrador, sangra al vomitar en su apartamento de Manhattan. El diagnóstico abrirá una travesía contra reloj entre Nueva York y Europa, sostenida por una promesa de compañía hasta el final y por la imagen talismán del edelweiss, la flor que florece bajo la nieve.
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“Ojalá este viaje os emocione en muchos momentos tanto como a mí cuando los viví y ahora al narrarlos en estas páginas, que son la esencia de lo que alberga mi corazón. No hay dolor en él, el dolor se acomodó hace tiempo, siempre lo hace. Pero sí hay nostalgia y memoria positiva, y estas, creedme, son fundamentales para aceptar lo que somos y lo que nos ha dado y quitado la vida”, concluye Montes.
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