Muere Marlene Guerrero
La modelo y médica mexicana, oriunda de Guadalajara (Jalisco), ha perdido la vida a los 31 años por causas que todavía no han trascendido.
México se tiñe de negro. Apenas unos días después del fallecimiento de Emman Atienza, popular creadora de contenido y modelo de 19 años e hija del famoso presentador de televisión Kuya Kim Atienza, vuelve a cubrir la primera portada nacional el fallecimiento de una joven influencer: Marlene Joseline Guerrero, de tan solo 31 años, ha cerrado los ojos para siempre.
El deceso de Marlene está cubierto de incógnitas. Aunque era médico internista de profesión, la influencer se había ganado un hueco en Internet gracias a la extensa comunidad de seguidores que le acompañaba: tan solo en Instagram acumula 165.000. Todos han acudido a la caja de comentarios de su más reciente publicación, compartida el pasado 19 de octubre, para lamentar lo sucedido y preguntar qué hay detrás de la triste noticia. Pero no se sabe: hasta el momento no ha trascendido información alguna acerca de la causa del fallecimiento.
Reconocida modelo y médica
Marlene, originaria de Guadalajara (Jalisco), compaginaba su carrera académica con la creación de contenido en OnlyFans. Además, era un reconocido rostro de Playboy. Fue a través de un podcast perteneciente a la última empresa citada donde reveló la clave de su dualidad laboral. "¡Imagínate, con todo lo que tuve que estudiar! Seis años de medicina general y cuatro años de especialidad", vaciló, confesando que desde hace un tiempo trabajaba en el sector privado realizando valoraciones prequirúrgicas.
En esta entrevista confesó que, incluso, había llegado a sufrir discriminación dentro del sector de la medicina por la venta de contenido en Onlyfans. “Antes de dedicarte a ello tienes que estar muy seguro. Cuando empiezas a ser famosa en redes te tiran mucho odio”, reveló, reivindicando que no tenía dos vidas separadas, sino que era una persona con dos trabajos.
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La muerte de la modelo ha paralizado el ecosistema digital en México. La cascada de fallecimientos de jóvenes vinculados a las redes sociales es cada vez mayor; el problema, lejos de desaparecer, ha instalado en la sociedad el debate sobre la exposición mediática a temprana edad. No es sencilla la solución, pero el país, cansado de vestirse de luto, ha dado la voz de alarma.
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