La transformación física de Ernie Hudson, Winston Zeddemore en ‘Los cazafantasmas’, a los 79 años

Ernie Hudson sabe lo que es triunfar en el mundo del cine y la televisión desde que era joven. Se adentró en el arte de la interpretación desde muy joven, estudiando teatro y escritura en la Universidad Estatal de Wayne.

Las oportunidades le fueron llegando en forma de papeles de televisión en los 70, pero fue realmente en 1984 cuando su nombre adquirió gran fama, fue con el papel de Winston Zeddemore en ‘Los Cazafantasmas’, reuniéndole con otras estrellas de la pequeña y la gran pantalla como Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Sigourney Weaver.

Esto le llevó a tener otros papeles, tanto de protagonista, como de secundario, tanto en el cine como en la televisión, y además apareció en la segunda parte de la saga, ‘Cazafantasmas: más allá’ (2021), y la tercera, ‘Cazafantasmas: Imperio helado’ (2024).

Dos cintas en las que se pudo ver al actor atravesar por un cambio físico que ha sorprendido a Hollywood y al mundo entero, sobre todo después de superar el cáncer de próstata que le diagnosticaron en 1998, y el cáncer colorrectal que sufrió en 2011.

A sus 79 años (cumple 80 en diciembre), parece estar viviendo su segunda juventud, pues tal y como se puede ver en varias publicaciones de su perfil en Instagram, se mantiene en una excelente forma física.

El secreto de su gran forma física

Un físico que tiene su trabajo previo, como la práctica del ayuno intermitente, pues no suele comer nada antes del mediodía ni tras las siete de la tarde: “Si somos realmente sinceros con nosotros mismos, sabemos lo que hay que hacer. Sabes que debes beber agua y sabes que debes comer frutas y verduras. Sabes que la comida rápida diaria no es buena”, señalaba en una entrevista anterior.

El actor se mantuvo sano, preparado para todo aquel papel que requiriese de una mínima forma física, y se mantuvo así durante varias décadas: “Cuando cumplí los 50, la gente me dijo: ‘Tu cuerpo va a cambiar’. Nada cambió. A los 60, nada cambió. A los 70... hubo un cambio, la visita del Sr. Jiggles”, confesó refiriéndose a la grasa abdominal.

Una grasa abdominal contra la que ha luchado a través del ayuno, pero también con una rutina de entrenamiento: “El ayuno no me libró de la grasa abdominal. [...] Hace un par de años, pensé: ‘Tengo que ir al gimnasio’”.

No ha sido dado a ir al gimnasio, pero sí que trabaja durante tres días por semana. Los lunes los dedica a la coordinación y el equilibrio, los miércoles son para el pilates, para mejorar su movilidad: “Desde que era niño, siempre me he propuesto poder tocarme los dedos de los pies. Así que en algún momento del día, todos los días, hago un estiramiento para asegurarme de que todavía puedo tocarme los dedos de los pies”.

Y, los viernes, son para hacer ejercicios de fuerza, de los cuales disfruta: “Te sientes muy bien, y eso es divertido. Tengo un entrenador veinteañero que me presiona como si tuviera 20 años. Y los días que no entreno, intento dar un paseo de al menos media hora a buen ritmo, subir el ritmo cardíaco por encima de 110 pulsaciones por minuto”.

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