Tragedia

Así es la vida de Noelia López, viuda de José Antonio Reyes, tras su muerte: “Eres otra persona”

La esposa del futbolista ha hablado en una entrevista en ‘Madres: desde el corazón’ (Mediaset Infinity) sobre cómo ha sido el duelo con dos hijas pequeñas.

Su trayectoria en Prisa comenzó en AS, en 2006, en la sección de Cierre. Posteriormente asumió la coordinación de la revista AS Color y la redacción de los blogs Match Point y Erratas de Campo. En 2017 pasó a formar parte de PrisaNoticias, en el control de producción de El País y AS, y volvió a AS a finales de 2022, como redactora de Tikitakas.
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Noelia López, viuda de José Antonio Reyes, es la última protagonista del programa Madres: desde el corazón (Mediaset Infinity), donde ha hablado de cómo es su vida ahora tras al accidente de tráfico del futbolista cerca de Utrera (Sevilla), el 1 de junio de 2019, en el que él y su primo perdieron la vida y otro familiar quedó gravemente herido.

Un exceso de velocidad que dejó a Noelia López sola con dos hijas pequeñas, Noelia y Triana: “Se sufre. Pero hay que luchar por los que están aquí. Cuesta. No es fácil. Pero un día se da un paso, otro día otro… Y pasa el tiempo y ya eres otra persona, pero has caminado mucho para lograrlo”, le revela rota de dolor y entre lágrimas a Cruz Sánchez de Lara.

Y da la razón a aquellas personas de su entorno que trataban de darle ánimos diciéndole que se podía salir y llegar a ser feliz pese a haber cambiado tantas cosas de repente en la vida: “Que se podía salir, y ya no solo salir, sino vivir con ello, que no se olvide. ¿Cómo vas a olvidar a una persona que es de tu familia y alguien tan importante como el padre de tus hijas y tu marido? Pero vives con ello”.

La de Jaén cuenta que tras lo ocurrido le daba “mucho miedo estar sola”: “No sabía si yo era capaz de hacer a mis hijas felices por los dos, porque yo no había elegido ser madre sola y siendo tan joven, con dos niñas tan pequeñas”. No obstante, les agradece a ambas pequeñas que se lo hayan puesto “tan fácil”.

En ese tiempo le ayudaron los mensajes de otras mujeres que habían pasado por situaciones similares a la desgracia que ella vivió: “Yo recuerdo que me quedaba dormida leyéndolos, y esos mensajes me salvaron”.

Volver a enamorarse

Sin embargo, y tras haber pasado ya un lustro de lo ocurrido, no quiere ni oír hablar de volver a encontrar el amor: “No, no, ni lo pienso. No necesitas tener a alguien al lado para ser feliz. Yo sigo enamorada de José y, bueno, estoy enamorada de mis hijas, mi tiempo es para ellas. No existe esa idea en mi cabeza, y ni siquiera he intentado buscar nada en este tiempo”.

Su historia de amor, como narra también en el programa, comenzó cuando ella tenía 25 años, tres menos que él, y estaba estudiando en Granada: “Yo soy licenciada en Ingeniería, pero cuando le conocí estaba estudiando. Apareció ahí un día con un amigo en común y en un principio me asusté. No quería conocer a alguien así, porque su mundo era muy distinto al mío”. Sin embargo, se enamoraron: “Yo era una niña todavía, pero él fue muy buena persona, y eso fue lo que a mí me cautivó”.

Dos años después de nacer su primera hija, Noelia, le pidió matrimonio: “Era un secreto. Yo no lo sabía. Reunió a su familia y a la mía y a algunos amigos y me dijo: ‘Venga, vístete, que nos vamos a cenar’. Llevaba una semana diciéndome: ‘Quedan siete días para el día, quedan seis días para el día’, y así hasta el día en el que me lo pidió que me dijo: ‘Hoy es el día’. Yo pensaba que iba a anunciar algo. Fue precioso, muy bonito”. Una petición que hizo en un establecimiento que se convirtió en un espacio muy significativo para ella: “Luego, con el tiempo, ese bar desaparece y allí es donde está la estatua de José, donde me pidió matrimonio. Es una señal. Yo lo veo así”.

La otra desgracia de la vida de Noelia López

Además de la muerte de su marido y padre de sus hijas, antes, Noelia López tuvo que vivir otra gran tragedia en su vida: el fallecimiento en noviembre de 2015 de su hermano pequeño, Tony, tras una larga enfermedad. “También estaba estudiando la misma carrera que yo, una ingeniería. Era un niño normal, como cualquier otro con pareja, y fue un golpe muy duro. Yo pensé en mi hija, Noelia, que tenía dos años por aquel entonces. Ella fue la que hizo que no me hundiera, porque me necesitaba y yo a ella”.

Un golpe que hace, además, que sienta la culpa de no haber apoyado a sus padres como le gustaría: “Fui débil. No fui capaz de estar ahí para mis padres. Sufrieron mucho y se hundieron un tiempo, pero siempre están ahí para todos y viven con ese dolor”.

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“En la boda me acordaba mucho de mi hermano, y tuvimos la pena de que no estaba. Fue distinto, no fue una boda común, para mi madre sobre todo, que se fue con Triana para cuidarla porque ella no pudo seguir, no estaba feliz”, recuerda.

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