Esty Quesada confiesa que su abuela abusó sexualmente de ella “durante más de 10 años”
La youtuber más conocida como ‘Soy una pringada’ ha confesado a ‘El Mundo’ el calvario que sufrió durante su niñez: “Tenía recuerdos bloqueados”.
Esty Quesada, más conocida como ‘Soy una pringada’ llegó a YouTube hace casi ocho años, y con el paso de los tiempos ha ido haciéndose famosa hasta alcanzar los 335.000 suscriptores. Una cifra muy alta que le ha catapultado a lo más alto de la red en España.
Un éxito que no siempre ha ido de la mano de la youtuber, quien ha pasado un auténtico calvario durante su niñez, cuando fue víctima de abusos sexuales por parte de su abuela, tal y como ha confesado en una entrevista concedida a ‘El Mundo’. “Fue de pequeña, durante más de 10 años. Yo no me acordaba de esto porque tenía recuerdos bloqueados”, ha comenzado señalando.
La joven ha tratado de hacerse fuerte con el tiempo, pero el silencio es algo que también le ha lastrado: “Cuando te hacen eso de niña no se lo puedes contar a tu familia porque piensas que no te van a creer y que te vas a quedar sin apoyo. Por supervivencia tu propio cerebro te lo oculta”.
La youtuber y actriz ha asegurado que estos recuerdos le han ido apareciendo cuando ha estado bien: “Cuando estás mejor esos recuerdos van saliendo poco a poco. No entiendes nada”. “Tenía unos sueños muy raros. Me venían flashbacks de cosas y yo pensaba: ‘Pero, ¿esto qué es? Me estoy volviendo loca. Tengo esquizofrenia. Y era que los recuerdos bloqueados durante 23 años habían salido a la luz. Es muy duro porque tienes que volver a bajar a los infiernos, pero la verdad te hará libre”, ha añadido, dejando claro que la terapia ha sido clave para ella.
Cómo llegó a YouTube
Por último, sobre cómo nació su canal de ‘Soy una pringada’, la youtuber ha admitido que todo vino a raíz de sus pensamientos suicidas: “Me quería suicidar y pensé: ‘¿Qué puedo hacer para quitarme la idea suicida de la cabeza durante 20 minutos al día?’. Yo consumía mucho YouTube y empecé a grabar vídeos hasta ahora. No pretendía nada”.