Los franceses dicen adiós a España y se van al paraíso de los jubilados: con 1.100 euros al mes viven mejor

Esta semana conocíamos que Barcelona, Madrid y Lisboa son las tres ciudades europeas donde más parte del sueldo se destinaba a pagar la vivienda. Un alza de los costes de la vida que está llevando a muchos pensionistas a plantearse cambiar de ciudad (e incluso de país) para disfrutar de una jubilación más holgado en lo que a la economía se refiere.

Si antes España era uno de los destinos favoritos en este sentido para nuestros vecinos los franceses, ahora se ha vuelto de lo más cara y estos empiezan a decantarte por otra población. En concreto, los galos están creando una gran comunidad de expatriados en Setúbal, a unos 40 kilómetros al sur de Lisboa, la capital de Portugal.

El sueño de poder vivir una jubilación tranquila, sin ahogos económicos, ha seducido a miles de franceses que cada año hacen la maleta para mudarse a esta ciudad que, además, goza de costa atlántica, y donde es posible vivir con un sueldo de unos 1.100 euros al mes, y si los agobios de una gran capital (Lisboa está a una hora de trayecto).

Aquí los alquileres rondan los 500-700 euros al mes, el precio de los suministros es relativamente razonable y en los mercados se puede comprar comida fresca. Incluso los precios de los establecimientos de ocio, como bares y restaurantes, no es tal alto como en Francia. Y no se pueden olvidar las playas de fina arena bañadas por el océano.

Setúbal, remanso de naturaleza y paz

Situada al sur de Lisboa, Setúbal ofrece una combinación única de mar, montaña, historia y gastronomía que la convierte en un destino ideal. Uno de sus mayores atractivos es su entorno natural. En su proximidad se encuentra el Parque Natural de Arrábida, con playas de aguas cristalinas como Portinho da Arrábida, Galapinhos o Coelhos, que se encuentran resguardadas y ofrecen una experiencia de playa distinta a la típica costa atlántica. Asimismo, el estuario del río Sado es un escenario perfecto para avistar delfines en libertad. Para los amantes del senderismo o simplemente de contemplar paisajes, el contraste entre los verdes cerros, la vegetación mediterránea y el azul del mar convierte cada paseo en algo memorable.

Además, Setúbal posee un importante legado histórico. Fue asentamiento romano y cuenta con restos arqueológicos de fábricas de salazón que atestiguan su pasado comercial. Entre sus monumentos destacan la Catedral de Santa María da Graça (conocida como “Sé de Setúbal”), el Monasterio de Jesús, notable por su estilo manuelino, y el reconocidísimo Mercado do Livramento, famoso por sus azulejos del siglo XIX y sus puestos de pescado fresco. Por su parte, el centro urbano invita a pasear sin prisa, a detenerse en las terrazas, descubrir pequeños cafés y observar la vida local con sus ritmos más pausados.

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