Jordi Dalmau sorprende con Snow White, su nueva colección que reivindica la autenticidad y libertad personal

El universo de los cuentos volvió a cobrar vida esta tarde de miércoles en la Real Fábrica de Tapices, de la mano del diseñador catalán Jordi Dalmau, quien ha presentado su última colección, en colaboración con Sedka Novias. La temática del desfile era Snow White, una propuesta nupcial de estética poderosa y sin filtros, que invita a romper con lo estipulado y a reivindicar la autenticidad de cada persona.

La plataforma de Atelier Couture se visitó de emoción y dramatismo, con la puesta en escena propuesta por Dalmau. Porque, aunque muchos piensen que la alta costura debe ser discreta y reservada, el diseñador nos ha enseñado que esto no debe ser así, llenando sus diseños de colores fuertes y despampanantes, además de siluetas impactantes. Pero dejando de lado lo visual, lo más importante es el mensaje que pretende enviar.

El desfile lo abrieron dos bailarines y dos bailarinas, vestidos todos completamente de negro. A medida que estos avanzaban con sus efusivos bailes, aparecieron dos figuras vestidas con el mismo traje, pero uno en color negro y otro en color blanco. Una vez detenidas en el medio de la pasarela, apareció el creador, quien intercambió las cintas que llevaban las modelos en sus cinturas, quedando el vestido negro con una especie de cinturón blanco y viceversa. En este momento, pudimos dar por hecho que el desfile comenzaba.

Las modelos iban desfilando una detrás de otra, todas al ritmo de Mónica Naranjo. Todas y cada una de las piezas, eran completamente diferentes, pero con una misma esencia en común. Algunas con escote cerrado, otras con escote de corazón; algunas que deslumbraban por las piedras de su tejido, y otras que atrapaban con el potente rojo de sus telas. Pero algo que todas compartían, eran las largas colas que arrastraban por el suelo, dando esa sensación de elegancia y majestuosidad.

Las coronas que vestían las cabezas de las modelos, recordaban a las princesas de los cuentos que nos contaban de pequeños; por no mencionar las manzanas que colgaban de sus manos, que conseguían introducirte de lleno en el cuento que el diseñador quería contar.

Tras la pasarela de las modelos, volvieron a entrar los bailarines, pero esta vez acompañados de Jordi. Estos bailaban al ritmo de la gran Gloria Trevi, con la canción Todos me miran. Acompañado de este tema, el diseñador dejaba muy claro lo que quería transmitir, un poderoso mensaje de liberación, empoderamiento y aceptación personal, cerrando el show con el mayor consejo que alguien te puede dar “brilla como si fueras de lentejuelas”.

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