HOGAR

El truco japonés para meter toda la ropa en una maleta: así es el método Konmari de Marie Kondo

La gurú del orden ha publicado numerosos vídeos dando consejos que pueden ser especialmente útiles en los tensos momentos previos antes de irse de viaje.

¿A quién no le ha pasado tener por delante un viaje y, a la hora de hacer la maleta, no conseguir meter dentro la mitad de la ropa que tenías prevista? Ese momento previo, siempre tengo, antes de irse de viaje es una suerte de quebradero de cabeza, especialmente cuando el tiempo lejos de casa se va a prolongar unos días.

Para echar una mano en esta situación, la gurú del orden Marie Kondo ha llegado al rescate de la ciudadanía con una serie de consejos para que hacer la maleta resulte mucho más sencillo. Y, según lo explica, la tarea parece mucho más sencilla de lo que luego realmente es.

El primer paso según la japonesa es tener claras las condiciones meteorológicas que nos vamos a encontrar en nuestro destino. Temperatura, posibilidades de precipitaciones, intención de hacer excursiones... todos esos aspectos son decisivos a la hora de hacer la primera selección. Kondo sugiere escribir una lista de necesidades para tenerlo todo mucho más claro.

Una vez hecha la lista y seleccionada la ropa que se corresponde con ella (tan solo la indispensable), la gurú recalca la importancia de realizar el proceso la tarde anterior a la partida. La explicación es que así no habrá que sacar objetos y hay margen de maniobra para comprar si falta algo.

Grupos de objetos

Llegó el momento de meter la ropa en la maleta. Kondo, para que entre todo bien, aconseja separar cuatro categorías: ropa y calzado, útiles de cuidado personal, documentación y dispositivos electrónicos. No vale con colocarlos todos al tuntún, sino que es importante que las cosas más pesadas vayan abajo y las más livianas arriba.

La mejor manera de meter la ropa para evitar facturar equipajes, especialmente cuando se trata de viajes en aviones, es doblada de forma vertical. Con una manera diferente a la tradicional de doblar la ropa, se pueden hacer pequeños paquetes de diez camisetas que apenas ocupan espacio. Las camisetas, polos, jerséis y pantalones se prestan a este método, pero la chaqueta y la ropa interior no.

La última fase, y una de las más críticas, conlleva meter en la maleta los zapatos de repuesto. Las bolsas de vacío o las de tela, siempre con las suelas enfrentadas, permiten no solo ganar margen sino evitar que posibles malos olores o arenillas se extiendan por el resto de la ropa de la maleta.

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