JUSTICIA

El Yoyas: desgarradora carta de Fayna

La exconcursante de ‘Gran Hermano’, programa donde conoció a su expareja, ha publicado un escrito en Instagram dirigido a Carlos Navarro, en busca y captura.

Fayna Bethencourt ha usado su cuenta de Instagram para escribir una desgarradora carta a su expareja, Carlos Navarro, más conocido como El Yoyas tras su paso por la segunda edición del reality Gran Hermano, quien se encuentra huido después de que el Juzgado Penal número 5 de Las Palmas de Gran Canaria decretase su ingreso en prisión para cumplir una pena de cinco años y ocho meses por un delito de maltrato habitual y lesiones a su ella y a los dos hijos que tienen en común.

La exconcursante de Gran Hermano está harta del inmovilismo de las autoridades frente a su maltratador, quien continúa en busca y captura, y tiene miedo de que este pueda acercarse a ella mientras no lo detengan y cumpla condena, por lo que en su escrito le interpela a él directamente. “Y ahora me dirijo a TI, sí, a TI, que vas a leerme, porque vigilas todo lo que hago”, empieza.

“Recuerdas perfectamente el día en que para que te perdonara lo que me hiciste y después de cambiarte esa camiseta con olor a batido de fresa te fuiste al supermercado y volviste con bolsas cargadas de comida. Me trajiste aguacates, porque sabías que me encantan y unos huevos Kinder para las pequeñas almas que tuvieron que ver parte de lo que pasó”, le dice, recordando uno de los episodios más duros de su vida.

“Te acuerdas de mi cuerpo desnudo, sentado sobre aquel banquito de plástico que teníamos colocado en la ducha, ese cuerpecito pálido mío lleno de rojeces con la forma de esos nudillos tuyos, hoy más viejos y en paradero desconocido. Te acuerdas de cuando te arrodillaste frente a mí para decirme todas esas cosas buenas que nos habías comprado en la tienda, porque nos querías y sí, hasta dijiste que lo sentías…”, continúa.

“Que sentías haberme hecho tanto daño esa vez, que sentías mucho que yo te tocase los cojones como para haberme llegado a hacer todo eso. Porque tú nunca fuiste culpable de todo el daño que escupías, siempre fui yo la que no era capaz de controlar al monstruo que tienes dentro y me reprochabas el no poder evitar que saliera a pasear por mi vida para darme la lección que según tú yo merecía”, recuerda la víctima de los malos tratos, tal como reconoce la justicia.

Y continúa: “Recuerdas escribirme incluso una carta para expresar todas esas palabras por escrito y que me quedara claro para siempre que la única culpable de esas rojeces que se acabarían convirtiendo en banderas moradas, verdes y amarillas sobre mi piel, era yo”.

Punto de inflexión

“Ese día supe lo que era no reconocer mis propias lágrimas entre toda esa agua hirviendo que caía desde el telefonillo de la ducha sobre mi persona, en un intento de borrar tanta pena. ¿Pena y olor a fresa, te acuerdas?”, se pregunta, y responde también: “Claro que te acuerdas”.

Siempre lo has hecho y aun así quisiste volver a repetir el daño emocional de aquel día, ya que mis carnes te quedan lejos. Ya no estás en mi vida, menos mal”, cuenta.

“Pero ¿cuán lejos estás?”, reflexiona. “Ahora andas escondido entre tus sombras y esas siempre te perseguirán, créeme. Tú y ellas son inseparables y de esas sí que no podrás huir”, zanja la canaria en su escrito.

Revés de la justicia para El Yoyas

Precisamente, el Tribunal Supremo acaba de tumbar el recurso de Carlos Navarro que su defensa interpuso para revisar la sentencia por la que se le condenó por maltrato a su expareja y sus hijos.

No obstante, El Yoyas ha hecho saber a través de su entorno al periódico El Mundo que se encuentra destrozado por esta decisión pero que no piensa entregarse.

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