El toque de atención de Carlos Sobera a dos solteros por comerse a besos en la barra en ‘First Dates’

El último episodio de ‘First Dates’ estuvo dedicado al Día de San Valentín y Paolo acudió en una fecha tan especial para poner cara y cuerpo a la mujer que desde hace tiempo le está quitando el sueño. Este soltero de Roma, muy coqueto, le confesó que su cita no iba a ser a ciegas, sino que quería conocer a la administradora de un grupo erótico de Facebook por la que ha comenzado a tener sentimientos y con la que habla hasta las cuatro de la madrugada.

Charo, que desearía que San Valentín se celebrara todo el año, le ha explicado a Sobera los detalles del picante grupo que tiene en la red social, que le encanta experimentar con su pareja y que no está dispuesta a tener una relación abierta. Inmediatamente después se ha puesto un antifaz animada por el presentador y ha tratado de reconocer a su cita únicamente mediante el tacto. Le ha tocado con curiosidad y empeño tratando de averiguar su identidad, pero no ha sido hasta que se ha quitado el antifaz cuando ha estallado de júbilo: “¡Paolo!”. El italiano la ha abrazo rápidamente y ambos se han fundido en un apasionado beso, quizá el más rápido que se ha visto en la historia de ‘First Dates’. el problema es que no ha sido solo uno, sino que Paolo se habría tirado toda la noche así si Carlos Sobera no le hubiera dado un pequeño toque de atención: “Paolo, Paolo, deja algo para el postre”.

La cita transcurrió entonces de la mejor manera, con ambos felices de conocerse al fin y dedicándose piropos por la manera que tienen de estar pendientes el uno del otro. Sin embargo, en toda hermosa historia hay un pero y Charo no ha tardado en hacerlo saber: la soltera odia que él se enfade y grite por “tonterías” del grupo de Facebook que ella creó. Este comentario ha creado cierta tensión en la mesa, pero pronto han llegado las camareras con varios globos para poner paz.

La promesa de Paolo para seguir conociendo a Charo

Los primeros momentos de la cita apuntaban a que iba a ser del todo evidente que iban a tener un segundo encuentro, pero en el reservado Paolo tuvo que hacer antes una promesa. Y es que Charo quiso detener un poco la velocidad con la que estaba avanzando su recién nacido romance y por eso le exigió que no se enfadara más por asuntos del famoso grupo de Facebook.

El italiano ha insistido en que no es una persona celosa pese a haber causado esa impresión en su acompañante y ha prometido no enfadarse e incluso salirse del grupo. Gracias a esa promesa se ha llevado el sí a una segunda cita por parte de Charo.