El príncipe Harry se sincera sobre las drogas: de la “ayuda” de la marihuana a la cocaína

El príncipe Harry ha confesado que la marihuana le “ayudó mucho” a nivel mental, pero que la cocaína, por el contrario, “no hizo nada”. Así de sincero se ha mostrado el duque de Sussex durante una retransmisión en directo acompañado del doctor Gabor Maté, experto en traumas. En una íntima conversación, Harry habló del consumo de drogas como parte de la promoción de su libro de memorias, un diálogo para el que sus seguidores tuvieron que pagar entrada para poder verlo en directo: unos 21 euros, aunque se llevaban un ejemplar de Spare.

Sobre el consumo de cocaína, el segundo hijo del rey Carlos III aseguró que “no hizo nada por mí” y que era “más bien algo social”. Según su testimonio, sí le ayudó de una única manera: “Me dio un sentido de pertenencia, sin duda. También me hizo sentirme diferente a como me sentía, que es un poco de lo que se trata”. Esta sustancia nada tiene que ver con la marihuana en la vida de Harry. “Es diferente, en realidad la marihuana me ayudó mucho”, detalla.

Sin embargo, no han sido las dos únicas sustancias que ha utilizado el príncipe. Por un lado, aseguró haber consumido alucinógenos como la ayahuasca, un psicotrópico originado en la selva amazónica y que se utiliza en forma de bebida junto a otras plantas. “Fue como la limpieza del parabrisas, la eliminación de los filtros, como en Instagram, esas capas de filtros. Me lo quitó todo y me aportó una sensación de relajación, liberación, comodidad, una ligereza a la que conseguí aferrarme durante un tiempo (...). Empecé a hacerlo de forma recreativa y luego empecé a darme cuenta de lo bueno que era para mí. Diría que es una de las partes fundamentales de mi vida, que me cambió y me ayudó a lidiar con los traumas y dolores del pasado”.

Por otro lado Harry habló del alcohol, un tema más aceptado pero con el que lamenta la presión social que existe en ocasiones a su alrededor. “Estaba en una cena y todos bebían y yo no. Me sentía excluido de la conversación, hasta el punto de que me decían: ‘Si no vas a beber, vete’. Y yo decía: ‘Vale, me voy”, recuerda. “Empecé a darme cuenta de que el mundo es así. Si por la razón que sea no bebes o no quieres beber esa noche, parece que hay una presión de grupo”.

Harry, diagnosticado con trastorno por déficit de atención

El médico, experto en traumas y desarrollo infantil, accedió a estar en la retransmisión para hablar de cómo vivir con la pérdida y lo importante que es la curación personal, dos temas que Harry trata en repetidas ocasiones a lo largo de su libro de memorias. Gabor Maté había leído ya la obra y había llegado a una conclusión clara: Harry padece trastorno por déficit de atención (TDA). “Leyendo el libro te diagnostico TDA, lo veo como una respuesta normal al estrés, no una enfermedad”. El doctor le dijo a Harry que podía ver “un montón de traumas” en su vida a pesar de ser “un vástago de una de las familias más ricas del mundo, repleta de poder y privilegio”.