El perdón público de Darling Arrieta a sus padres por la mentira sobre su hermano

Algo más de un mes ha pasado desde que la corte tailandesa emitiera la sentencia que condena a Daniel Sancho a cadena perpetua. El asesino de Edwin Arrieta pasó de los muros del centro penitenciario de Koh Samui a la prisión de Surat Thani, al sur del país, donde permanece desde hace semanas. Suceden unas jornadas a otras y no desaparece el halo mediático del caso que durante un año ha mantenido en vilo a la crónica social del país: la defensa de Sancho está concentrada en los recursos y en los complicados escenarios que se abren tras el fallo, mientras que la familia de Arrieta digiere todavía la muerte del cirujano.

El último episodio de El caso Sancho, de HBO MAX, vuelve a exponer las palabras de algunas de las personas más cercanas a los implicados en el homicidio. Tras las polémicas declaraciones de Rodolfo Sancho, que comparó el caso de su hijo con una agresión sexual a una mujer que actúa en defensa propia, han trascendido los comentarios de Darling Arrieta, hermana del difunto, quien ha confesado el infierno mental que supuso no encontrar algunas partes del cuerpo de Edwin.

Una mentira piadosa

“Una de las cosas que yo tenía miedo era no traer los restos de mi hermano”, ha expresado en la citada producción, añadiendo que “todos los días le pedía a Dios eso y le decía que no permitiera que finalizara el año sin que el cuerpo de Edwin llegara a Lorica”. Esta tragedia se mezcló con la difícil tarea de comunicar a sus padres lo sucedido, lo que llevó a la entrevistada, según dice, a mentir a sus propios progenitores.

Fue una falacia dolorosa que salió de lo más profundo de su corazón. Y ahora se disculpa. “Le pido perdón a Dios por esa mentira que le dije a mis papás”, dice, antes de revelar el contenido de dicha mentira: “Les dije que sí había aparecido todo el cuerpo porque para una madre debe ser terrible que haya una parte de su hijo que no aparezca”.

No era un momento sencillo. Su familia no podía costearse el viaje a Tailandia y vivir a medio planeta de distancia había complicado enormemente una situación que, de por sí, es terrorífica: el cuerpo de Arrieta fue desmembrado por Sancho; algunas partes no se encontraron y otras tardaron en aparecer. Los padres del colombiano, mayores y delicados de salud, afrontaban un auténtico averno. Y Darling se vio abocada a tomar esa decisión.

Primeras sospechas

También se ha detallado en el documental cómo fueron los primeros instantes en los que la familia de Arrieta comenzó a temerse lo peor. Fue en agosto de 2023. “Empezamos a preocuparnos porque Edwin no responde a los mensajes. Toda la tarde llamando, escribiendo”, dice Claudia, amiga de Arrieta, en el documental.

Una llamada sembró el pánico. “Yo estaba en el cine con mis hijos y me entra una llamada de Darling Arrieta. Y yo me sorprendo porque Darling no es de llamar. Yo le contesto y le digo: ‘estoy en el cine, cuando salga te llamo, pero si es algo importante, cuéntame’”, explica Claudia, que agrega la respuesta de la hermana del fallecido: “Me dice: ‘Claudia, es que Edwin desde las de la mañana no se conecta a su celular y lo que más me preocupa es que falló a las citas virtuales que tenía con sus pacientes, y Edwin nunca falla a las citas’”.

Poco después se desencadenó todo. La propia Darling animó a Sancho a ir a comisaría para denunciar la desaparición de Edwin; y, efectivamente, fue. Cuando salió, ya nada iba a volver a ser como antes. Trece meses más tarde observa los días y las noches desde los barrotes de Surat Thani.

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