El día en el que Chiara Ferragni confundió a Candela Peña con Asunta

Que El caso Asunta ha sido la serie revelación de Netflix este año es algo que poca gente pone en duda. Lo peliagudo del asunto, la polémica que entrañaba y la maestría de cirujano dramático con la que los intérpretes llevaron a cabo sus papeles hicieron que todo el país volviera a recordar aquellas semanas de 2013 en las que un suceso congeló la sangre de la sociedad. Fuera de las fronteras españolas ha trascendido igual, quizá no tan ligado a lo mediático por la lejanía de la noticia, pero sí arrastrada por la marea del éxito acompañó a la serie desde un primer momento. Y con estas olas, la figura de Candela Peña.

La laureada actriz ha asistido esta semana a Late Xou, el formato nocturno de entrevistas que presenta Marc Giró en La 2, para despedir una temporada de ensueño que ha roto sus registros propios de audiencias. Y allí sentada, como estuvo hace unos meses en la previa de los Goya, ha quitado el filtro que casi nunca suelen portar sus palabras y ha desvelado, con la elegante sinvergonzonería que la caracteriza, la anécdota que le unió a la conocida influencer y empresaria de moda italiana Chiara Ferragni.

“¿Cómo le explico que no soy la niña?”

Empezó el relato de aquel divertido instante con una metedura de pata por parte de la actriz. “Yo bajo de la habitación y estaban allí todas las diosas y yo podría ser su tatarabuela. Allí había influencers de todas partes; de Copenhague, de Italia...”, explicó, asegurando que allí había que ir “vestida como de color crema” y que ella llegó a Ibiza con un look azul marino.

Pero la noche acababa de empezar y ella, todavía, no sabía a quién se iba a encontrar y cómo iba a desarrollarse. “Todas somos un poco de frivolidades, yo también sigo a unas influencers extranjeras. Yo sigo muchísimo a una. Ahora, estoy yo metida en la furgoneta diciendo ‘me he equivocado con el look’, ‘qué pena que haya llovido’, ‘no me tenía que haber bebido la paloma’”, cuenta. Y justo en ese momento entra una influencer a la que sigue “muchísimo, extranjera, italiana, que pesa un kilo, con una redecilla y un tanga debajo”. Era Chiara Ferragni.

Candela Peña no cabía en sí misma. “Ay, yo sólo quería hablarle muchísimo italiano y decirle muchas cosas que no pude. No fui capaz. Y entonces, cuando ya estábamos con más palomas encima y ya volaba yo en el evento, digo: ‘Me voy a acercar a la mujer esta con mi italiano’”. Así lo hizo. “Y me acerco, y antes de que yo le fuera a decir ‘Chiara, io sono’, me dice: ‘Sei Asunta!’”.

Fue el comentario que rompió el hielo; el resto vino solo y con alguna concesión para favorecer la buena relación entre ambas. “¿Cómo le explico yo en italiano que no soy la niña china, que interpreto a su madre? Y le dije: ‘Sí, sono io. ¡Sono io!’”, estalló en risas, dejando patente que la serie es mundialmente conocida y que ella, de una forma u otra, también.

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