El contratiempo fisiológico del príncipe Harry en la boda de su hermano
En sus memorias, el hijo menor de Carlos III ha detallado que su pene estuvo congelado durante un mes después de una expedición en el Polo Norte.
Poco a poco se van desvelando más cuestiones desconocidas de la vida privada del príncipe Harry gracias a la publicación por error de sus memorias antes de lo esperado en librerías de Madrid y Barcelona. Después de denunciar una agresión de su hermano y de confesar cómo perdió la virginidad y el asesinato de 25 militares en Afganistán, Harry ha revelado también lo que le sucedía a sus genitales durante la boda de su hermano.
El príncipe William y Kate Middleton contrajeron matrimonio el 29 de abril de 2011. Unos días antes, su hermano se dirigió al Polo Norte junto con un grupo de militares retirados para hacer una caminata a fin de recaudar fondos para una organización benéfica que ayuda a las familias de exmilitares. Cuando regresó, gran parte de su cuerpo sufría congelación.
El actual monarca del Reino Unido, su padre Carlos III, se preocupó de lo malheridas que habían quedado algunas partes visibles, como las orejas o las mejillas. Sin embargo, la principal inquietud de Harry estaba un poco más abajo. “Se me congeló el pene. Entonces, no quise hablar demasiado de mi pene. Al volver a casa me di cuenta de que estaba congelado”, ha detallado.
No quedó ahí la cosa, puesto que incluso durante la ceremonia que unió a su hermano y a su cuñada, Harry seguía más pendiente del estado físico de sus genitales. “Estaba junto a mi hermano en la Abadía de Westminster y no lo sentía”. Los problemas terminaron remitiendo un tiempo después gracias a una pomada.
Los padrinos y la fiesta en la víspera
La cuestión todavía es más polémica, según Spare, donde Harry incluso califica la boda de su hermano como “una gran farsa”. Un evento en el que a efectos oficiales acudió como padrino sin serlo realmente, puesto que fueron dos amigos del novio, James Meade y Thomas Van Straubenzee, los que hicieron las veces de acompañantes.
Además, en la noche previa al enlace se produjo una reunión en Buckingham Palace en la que bebieron bastante ron. Más tarde, cuando salieron a saludar a la gente que les esperaba, Harry recuerda ofrecerle unos caramelos de menta a William mientras le decía que “olía a alcohol”.