Dónde está Casa Labra, el restaurante en el que Jordi Évole entrevistará a Pedro Sánchez

Jordi Évole y Pedro Sánchez se reencontrarán después de siete años este domingo. El periodista catalán y el presidente del Gobierno volverán a filmar una entrevista, pero será en otro lugar distinto al que grabaron el programa de 2016 justo en el momento en el que el político perdió la secretaría general del PSOE y renunció a su escaño en el Congreso de los Diputados.

Los paralelismos del contexto -en un momento clave en el panorama político del país y en plena previa electoral a menos de un mes de los comicios generales- han llevado a la producción de Lo de Évole a elegir un nuevo emplazamiento para su encuentro. El lugar en cuestión es la Casa Labra, localizada en Madrid.

Se trata de una “taberna centenaria”, como se definen ellos mismos a través de su página web. Un lugar que, “de generación en generación, venimos ofreciendo algo muy nuestro y de todos los madrileños”. Y es que no es un lugar cualquiera, pues fue ahí donde nació el Partido Socialista Obrero Español.

Un espacio que se encuentra en la céntrica calle Tetuán de Madrid, a escasos metros de la Puerta del Sol, y con unas tapas clásicas pero ya míticas: “Nuestra especialidad es el bacalao y las croquetas de bacalao, que podréis degustar en un ambiente que ha permanecido casi inalterable desde el año 1860″. Unos productos que tienen un coste de 1,90 euros el primero, y de 1,30 euros/unidad el segundo.

Una visita que se emitirá hoy domingo 25 de junio, y que será la segunda vez que Jordi se reúna con el presidente del Gobierno para filmar su programa del último día de la semana. Una taberna simbólica para Sánchez, y cuya entrevista llega en un momento clave en el panorama político del país.

Así fue el primer rodaje de la entrevista

Pedro Sánchez recorría España subido en una furgoneta para intentar recuperar la confianza de la ciudadanía tras su batalla interna en el PSOE, lo que despertó el interés de Évole para ser el protagonista de uno de sus programas. La apretada agenda del actual presidente del Gobierno obligó a que el rodaje, aquella vez en la Cafetería HD, se produjera en la matinal del mismo domingo en el que se emitió.

Todo fue sobre ruedas porque no quedaba más remedio. Desde que a las 9:05 se encendieran las cámaras hasta las 15:30 a las que el capítulo debía estar montado fue un día completo de tensión y de trabajo en el equipo del presentador. Llegaron un poco tarde, a las 18:30 horas, pero eso no impidió su emisión puesto que el programa pudo pasar por todo el control de calidad pertinente.