JUSTICIA

Daniel Sancho: un exrecluso de Koh Samui habla de cómo es la cárcel

‘El programa del verano’ ha entrevistado a un antiguo preso del mismo centro en el que se encuentra el hijo de Rodolfo Sancho.

El futuro en prisión de Daniel Sancho no es nada alentador. Así lo ha revelado esta mañana un antiguo preso de la cárcel de Koh Samui, donde permanece ingresado el hijo del reconocido actor Rofolfo Sancho tras confesar el asesinato y descuartizamiento del cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta.

Sancho sigue todavía en el módulo hospitalario debido a sus problemas con una hernia de disco, a pesar de haber finalizado ya el período de aislamiento por protocolo covid. Pero, en caso de pasar a los módulos comunes, a la espera de que termine la investigación de los hechos y haya juicios, las condiciones del chef español empeorarían considerablemente.

Y es que, de acuerdo con lo que ha contado esta mañana un antiguo recluso del centro penitenciario en El programa del verano, Sancho dormirá en un colchón en el suelo que se parece más a una colchoneta por su escaso grosor, y compartirá esta cama con otras tres personas en una sala con cuatrocientos más, así como se duchará con cien presos a la vez.

Las rutinas

A eso de las 6 de la mañana, según cuenta este recluso, que pasó algo más de dos años en la cárcel por posesión de armas, suena el himno tailandés y tienen diez minutos para ducharse, para posteriormente desayunar a las 7, comer a las 12, cenar a las 16 y no volver a ingerir comida hasta el día siguiente.

Asimismo, en la cárcel están prohibidas las comunicaciones, no pueden ver la televisión ni escuchar la radio, aunque en algunas ocasiones les permiten poner películas, pero siempre en tailandés. Un idioma que tendrá que aprender, ya que se trata del que hablan la práctica totalidad de los reclusos, a excepción de algunos que chapurrean inglés.

Además, no lo tendrá nada fácil para sentir el contacto con sus allegados o poder abrazarse a sus padres, ya que, según este exrecluso, no existen los vis a vis. Este antiguo preso ha contado que durante su estancia no pudo mantener relaciones con su mujer, pero que el cárcel hay lady boys o personas transgénero con los que se producen encuentros a escondidas.

Por otro lado, también están prohibidos los cigarros, el alcohol y todo tipo de sustancias ilegales.

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