Casimir Schmidt y el tatuaje más viral de los Juegos Olímpicos

Los detalles florecen cuando las miradas son atentas; y cuantos más ojos se posan en un lugar, más fragmentos diminutos de la realidad se extraen del retrato. Esta máxima incuestionable se ha hecho patente en París: la capital francesa acoge unos Juegos Olímpicos que, como todos, concentran la vista y la emoción de todos los habitantes del planeta. Entonces aparecen infinitos pormenores de una misma escena.

Cuando Casimir Schmidt subió a la tarima el pasado 27 de julio era otro gimnasta. El mayor éxito que refleja su palmarés es una medalla de plata en los Juegos Europeos de Bakú 2015 en la prueba de salto de potro, mérito considerable que le valió el colgante de promesa; no ha terminado de explotar en los últimos nueve años y el deportista, cuando se presentó ante el ateneo de París, lo hizo lejos de las aspiraciones a obtener medalla. Aunque su desempeño fue notable y demostró con sus giros y movimientos que, efectivamente, goza de sobrada calidad, cuando terminó el ejercicio las redes sociales colocaron la tilde en otro detalle.

Un brazo de tinta interminable

Sus tatuajes. Los brazos de Schmidt están repletos de tinta. En un primer vistazo, imbuidos los usuarios en la fiebre olímpica, destacaron las abreviaturas de los seis aparatos de gimnasia. “Fue mi primer tatuaje, a los 17 años. En aquel entonces, la gimnasia llevaba siendo una parte importante de mi vida más de 10 años. Por eso decidí hacerme este tatuaje especial”, confesó en una entrevista acerca de este dibujo. El segundo vistazo desveló otro esbozo todavía más original.

Schmidt lleva tatuado a Mew, un Pokémon muy poderoso, en el bíceps derecho; de este tatuaje se dio cuenta un usuario de X (Twitter, antes), que publicó una fotografía de él con un directo mensaje. “Casimir Schmidt Te doy la medalla de oro”, escribió. El post en cuestión ha sumado más de 700.000 impresiones y supera los 20.000 ‘me gustas’, haciendo del gimnasta un auténtico icono carismático de los Juegos.

Aunque el protagonismo haya recaído sobre la original criatura, el holandés no escatima en imaginación y casi podría haberse otorgado tal honor a otros tantos tatuajes que adornan sus brazos. Entre ellos, un Toad (personaje de Super Mario), flores, un rayo y una silla. La lista es interminable y sólo una ocasión como la parisina capta la atención suficiente como para desvelar todos y cada uno de los detalles.

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