FAMOSOS
Bradley Cooper se sincera sobre su adicción a las drogas y cuando pensó que iba a morir
El actor lleva sobrio 19 años pero atravesó una durísima etapa por culpa de sus adicciones tanto a las drogas como al alcohol.
Bradley Cooper se ha sincerado sobre una de las etapas más difíciles de su vida. El actor se ha adentrado en la naturaleza en los cañones de Wyoming para el próximo programa de supervivencia de Bear Grylls y desde allí ha recordado los bajos momentos que vivió por culpa de su adicción a las drogas y el alcohol e incluso de aquel instante en el que incluso pensó que iba a morir.
“En cuanto al alcohol y las drogas sí, pero nada que ver con la fama”, responde Cooper cuando le preguntan sobre sus años salvajes. “Pero tuve suerte. Me puse sobrio a los 29 años. Llevo sobrio 19 años. Tuve mucha suerte”, añade. Esa sobriedad la achaca al anuncio de ordenador de que hizo cuando apuraba su década de los 20 y después de varios años de papeles secundarios en cine y televisión: “Sentí que había dado un gran paso adelante cuando aparecí en un anuncio de ordenadores Dell”. Y es que no sería hasta 2009 cuando Bradley lograría una fama descomunal gracias a su trabajo en Resacón en Las Vegas.
Para entonces ya sabía lo que era lidiar con la fama, por lo que no fue ese repentino interés público lo que hizo que cayera en una espiral de adicciones. El momento en que se refugió en el alcohol y la cocaína sucedió después de seccionarse el tendón de Aquiles y abandonar la serie Alias, de la que fue “despedido fulminantemente” en 2003.
Cooper ya había estado deprimido anteriormente porque le preocupaba mucho “lo que pensaran de mí”, hasta el punto que incluso en una ocasión se golpeó la cabeza deliberadamente contra el suelo durante una fiesta: “Me dije: ‘¡Eh! Mira qué duro soy’. Me levante y la sangre goteaba... Y lo volví a hacer. Pasé la noche en el hospital con un calcetín de hielo esperando a que me cosieran”, recuerda.
El miedo al qué dirán
“Siempre me sentí un extraño. Estaba en mi cabeza. Me di cuenta de que no iba a estar a la altura de mi potencial y eso me asustó muchísimo. Pensé: ‘Vaya, realmente voy a arruinar mi vida”, confiesa rememorando sus peores épocas. Afortunadamente Bradley encontró ayuda en el actor Will Arnett, que le hizo ver que tenía un problema cuando vivían juntos.
Cooper imitaba el comportamiento de Arnett y en una ocasión salieron a cenar con Jason Bateman y Sean Hayes. Bradley pensó que había sido muy gracioso durante toda la velada, pero la imagen que tenían el resto de comensales era otra. “Recuerdo estar en la cena pensando que era muy gracioso y pensaba que esos dos tipos que eran mis héroes pensaban que yo era muy gracioso. Will Arnett estaba como: ‘Fuiste un verdadero idiota, hombre’. Fue la primera vez que me di cuenta de que tenía un problema con las drogas y el alcohol. El tipo que creo que hace humor malo me está diciendo la verdad y eso cambió mi vida. Estaba muy perdido y era adicto a la cocaína. Will se arriesgó a tener esa dura conversación conmigo en julio de 2004 y eso me puso en el camino de decidir cambiar mi vida. Realmente fue Will Arnett. Él es la razón”. Bradley se puso en manos de profesionales y consiguió grandes avances, hasta el punto de llevar sobrio 19 años.
Sobre sus pensamientos sobre la muerte, Cooper recuerda que su actitud debía cambiar: “Definitivamente tenía una actitud nihilista hacia la vida después, como si pensara que me iba a morir. No fue muy durante un tiempo hasta que pensé que tenía que aceptar quién era en realidad y tratar de encontrar la paz con eso, y entonces todo se estabilizó”.