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Así es Paige Spiranac, la golfista que no compite y la mujer más sexy del mundo

La influencer, que llegó a ser una de las mayores promesas del golf, ha sido escogida por la revista Maxim para encabezar su lista ‘Hot 100′.

La decisión fue a priori sencilla. O ser una golfista del montón o convertirse en una absoluta estrella en redes sociales. Y a tenor del resultado puede decirse que Paige Spiranac acertó con su elección porque se ha convertido en una verdadera celebridad a pesar de dejar de lado lo que podía haber sido ser una carrera deportiva prometedora. No puede decirse que no lo intentó.

Criada en Arizona y Colorado, Paige procede de una familia de deportistas. Su padre jugó al fútbol universitario en los Pittsburgh Panthers, ganadores del campeonato nacional de 1976, su madre era bailarina profesional de ballet, su tía era tenista profesional (Bonnie Gadusek) y su hermana mayor, Lexie, asistió a Stanford con una beca de atletismo.

De ahí que desde muy pequeña el deporte estuviera en sus planes. Lo intentó con la gimnasia hasta que una lesión de rodilla a los 12 años la obligó a renunciar a su sueño de ser olímpica y cambiar de tercio. Se pasó al tenis, pero pronto desistió y, finalmente, llegó al golf casi por casualidad donde empezó a destacar convirtiéndose en una de las 20 mejores jugadoras junior del mundo y labrándose también una potente carrera universitaria.

En 2015, una victoria en el Campeonato Match Play de la Asociación Femenina de Golf de Colorado, donde terminó con nueve bajo par, la puso en el mapa y comenzó a ganar seguidores en redes sociales. “Eso fue lo que inició toda mi carrera. Pasé de tener 500 seguidores a tener 100.000 de la noche a la mañana. Mi vida cambió por completo en un abrir y cerrar de ojos”, asegura Spiranac a Maxim, que la acaba de nombrar la mujer más sexy de 2022.

Y, evidentemente, no desaprovechó la oportunidad de canalizar la fama recién adquirida ya que comenzó a recibir ofertas de patrocinio. Pero antes de darse cuenta del filón de las redes sociales, también en 2015 fue invitada a participar en su primer torneo profesional, el Ladies European Tour de Dubái. Su participación fue más bien discreta y un año más tarde, tras probar suerte en otros torneos del circuito sin demasiado éxito, decidió fiarlo todo al plan B aunque manteniendo cierta relación con el golf. Nunca se retiró oficialmente, pero desde 2016 no ha vuelto a competir.

Y es que, aunque no logró triunfar como profesional, se ha convertido igualmente en una celebridad de este deporte, asociándose con numerosas empresas relacionadas con el golf, como Club Champion (una empresa de fabricación de palos a medida), el simulador de golf X-Golf, Shot Scope (una aplicación de seguimiento de golpes), Swag Golf, y varias empresas de apuestas deportivas, como PointsBet, así como Dynamic Brands, empresa matriz de numerosas marcas de ropa y equipos de golf de primera calidad. También es la presentadora de su propio podcast, Playing A Round with Paige Renee.

“Si me hubieras dicho en el último año de universidad, que mi vida tomaría este camino, me habría reído en tu cara. Nunca esperé que sucediera nada de esto, pero estoy muy agradecida de que haya sucedido. Soy capaz de amar lo que soy y lo que hago a través de la creación de contenidos y de ser una influencer. Así que estoy contenta por cómo ha salido todo. Desearía haber jugado al golf a un nivel más alto y haber logrado más, pero no cambiaría esto por nada del mundo.”, zanja la estadounidense. Y razón no le falta.

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