Asesinan al cantautor Diego Gallardo cuando recogía a su hijo del colegio

El terror se ha apoderado de las calles de Guayaquil, polvorín donde ha reventado el pánico social en el que se ha sumido Ecuador durante los últimos días a causa del enfrentamiento abierto entre las pandillas organizadas y las autoridades. La ola de violencia que ha sacudido la urbe costera se ha cobrado decenas de vidas, los tiroteos se han vuelto una constante y los crudos episodios se amontonan en las esquinas.

Entre ellos se encuentra el asesinato de Diego Gallardo, famoso cantante guayaquileño y conocido como ‘Aire del Golfo’, que ha sido disparado en el interior de su coche. Se disponía, precisamente, a recoger a su hijo del colegio para protegerle de los violentos disturbios que estaban produciéndose en la Avenida del Bombero, en el sector de Los Ceibos de Guayaquil. Fue una bala perdida, que salía rebotada de uno de estos enfrentamientos callejeros, la que le mató. No muy lejos, otro hombre perdía la vida y otros tres resultaban heridos.

“Por culpa de la maldad”

La información la adelantó en primer lugar el medio ecuatoriano Primicias, asegurando que el artista cayó abatido según la bala le atravesó. Tras esta información, diversas personalidades del país han confirmado lo sucedido, entre lamentos por la pérdida y tristeza por la situación que en ella ha desembocado. Uno de los que se ha pronunciado ha sido el presidente de la Liga Profesional de Fútbol de Ecuador, Miguel Ángel Loor, familiar político del difunto.

“Falleció por una bala perdida Dieguito Gallardo... Estaba yendo a recoger a su hijo al colegio. Un joven de primera, músico, padre, esposo, hijo, hermano, nieto, todo de primera. Primo de mi esposa, mi primo. Qué desgracia. Una familia destruida”, ha escrito a través de X (Twitter, antes).

La cantante Anna Belén también se ha sumado a las voces que condenan lo sucedido: “acabamos de perder a uno de nuestros colegas músicos, un gran artista que tuve el privilegio de conocer, por culpa de la maldad. Sólo tengo un nudo. Oremos por su familia y que Dios lo tenga en su gloria”.

El convulso episodio en blanco y negro que viven las calles ecuatorianas se explica con la decisión que el presidente del país, Daniel Noboa, tomó ante la creciente necesidad de recuperar el control en unas cárceles que han trasladado a las aceras el peligro en forma de violentos altercados. El decreto, que incluye un toque de queda, declara el estado del país como de “conflicto armado interno” ante los 22 grupos de crimen organizado transnacional con los que el mandatario se niega a negociar.