Antoni Daimiel se sincera sobre el “impacto” de la muerte de Andrés Montes
El periodista ha estado este miércoles en ‘El Faro’, el programa de la Cadena SER conducido por Mara Torres, en el que habló de su añorado amigo.
Antoni Daimiel (52) ha sido el último invitado de Mara Torres en ‘El Faro’ de la Cadena SER. El periodista, recién aterrizado en España tras vivir en directo las finales de la NBA, ha repasado su trayectoria personal y profesional en la que evidentemente Andrés Montes, el icónico locutor fallecido en 2009, jugó un papel fundamental.
“Yo conocía a Andrés Montes. Lo había consumido mucho como oyente de radio y me lo imaginaba como un personaje histriónico, diferente. Cuando empiezo a trabajar con él enseguida me doy cuenta de que me lo tengo que ganar porque era muy escéptico hacia la profesión y los compañeros. Era extraño, exigente y diferente”, explicaba Daimiel, que rememoraba también el momento clave en el que se cimenta su amistad.
Fue durante el primer viaje que hicieron juntos a Estados Unidos, en febrero de 1996. “Hasta ese momento habíamos compartido locutorio pero ahí viajamos juntos y compartimos muchas cosas personales y surgió un vínculo muy fuerte. La semilla de una amistad larga y profunda que se intensifica cuando dejamos de trabajar juntos”, relataba el periodista, que se considera el “Jordi Hurtado de la NBA”.
Evidentemente, la noticia del fallecimiento de Andrés Montes cayó como una losa sobre Daimiel. “Cuando me llega la noticia es un impacto porque es uno de mis mejores amigos, con los que más relación tengo”, confesaba el periodista a pesar de que era consciente de su delicado estado de salud.
“Era alguien con una salud muy delicada. Tenía problemas serios”, añadía Daimiel, al que Andrés Montes ya puso en sobre aviso precisamente durante aquel primer viaje. “Al poco de despegar me dijo que tenía las tres enfermedades que son las principales causas de muerte en España”, aseguraba el periodista en referencia a que Montes había superado un cáncer, había sufrido una angina de pecho y tenía diabetes. Una confesión que llegó a preocupar bastante a Daimiel, quien no pudo evitar pensar en aquel momento que se la iba a “liar” en cualquier momento.
Afortunadamente, ambos pudieron cultivar su amistad durante años y Antoni Daimiel guarda un grato recuerdo de todas las vivencias que disfrutó junto a su gran amigo que, 13 años después de su muerte, sigue siendo muy recordado por todos.