Alice Campello se sincera: de sus “minidepresiones” a su relación con Álvaro Morata

Empresaria de éxito, esposa del futbolista del Atlético de Madrid Álvaro Morata, modelo, influencer y madre de cuatro: los mellizos Ale y Leo (5), Edoardo (3) y la pequeña Bella (1). La vida de Alice Campello pareciera, así vista, idílica. Sin embargo, la italiana se ha sincerado al respecto en A solas con…, el pódcast la diseñadora Vicky Martín Berrocal, con quien comparte pasión por la moda.

“Después de todos los embarazos he tenido minidepresiones. Estuve muy mal emotivamente, es normal, le pasa a muchas mujeres. Es fundamental tener a alguien al lado que entiende tus malos momentos. Si no hubiese tenido a Álvaro peleando cada día por mi felicidad, no sé cómo… No me valoraba nada y no me sentía ni guapa”, revela la joven, quien añade que también recurrió a la ayuda profesional de un psiquiatra con el que ha “trabajado mucho”.

“Ha hecho mucho. He estado muchas veces muy mal y él me ha levantado siempre, siempre. Ha estado en los peores momentos”, cuenta la italiana, quien, además, tuvo que estar en la unidad de cuidados intensivos tras su último embarazo, un susto que, como ella ha contado en alguna ocasión, les echa para atrás a la hora de ampliar la familia de forma natural, aunque tengan deseos de ello.

Y explica cómo este la apoyaba tras el cambio hormonal y de vida que suponían los nacimientos de sus hijos: “Yo había veces que le contestaba muy mal, y él me entendía: ‘¿Qué puedo hacer para que estés mejor?’, me decía. ‘Hace un día muy bonito, vamos a dar un paseo’. Por eso estoy tan agradecida”.

La relación con Morata

Alice Campello y el futbolista se conocieron a través de las redes sociales y desde entonces se han hecho inseparables, siguiendo el ejemplo de los padres de ella, quienes llevan juntos de los 17 años. “Es la suerte de mi vida, si me quitas a Álvaro quitas una parte de mí, porque él ha hecho mucho para serlo”.

Una relación especial que no cree que vaya a terminar nunca. “En mi cabeza es tan imposible... Puede pasar, y si pasara me quedaría con todo lo que ha hecho por mí. Pero no creo que vaya pasar. No le veo sin mí a él ni un segundo, e igualmente por mi parte. Es mi familia. Hemos crecido juntos. Discutimos, y podemos estar tres horas sin hablarnos, y tres horas después necesitamos estar juntos. Es amor. Sé que nunca me hará daño y yo no se lo haré”.

Aunque en algunos momentos, confiesa, no lo puede ni ver. “A veces discutimos que parecemos dos locos. Hay épocas que no le puedo ni ver, que no le soporto, que mastica y no soporto ni cómo mastica. Pero hay amor”.

Y revela también que tampoco borraría esas etapas difíciles por las que ha tenido que pasar: “Los momentos donde he sufrido más son los momentos que ahora recuerdo con más amor porque es donde he crecido. Volvería a vivirlos 100.000 veces más porque soy la persona que soy ahora por eso”, dice la veneciana.

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