Aída Nízar irrumpe en el Ayuntamiento de Mijas con una pancarta y muchas protestas

Aída Nízar ha irrumpido este miércoles en el Ayuntamiento de Mijas para interrumpir un pleno ordinario y protestar por las supuestas irregularidades que está sufriendo en su urbanización. La exconcursante de ‘Gran Hermano 5′ y colaboradora de televisión culpa a Ángel Nozal, presidente del Partido Popular en el municipio y concejal en el consistorio. “Con el máximo respeto...”, espetó Nízar al entrar en la sala con una gigantesca pancarta en sus manos.

“Los políticos trabajan por y para el pueblo”, espetó, a pesar de los intentos de los presentes por impedirle hablar. “Existe una administración desleal por parte de Ángel Nozal, encubierto por su mujer”, continuó tal y como detalla 20 minutos en exclusiva. Así, Aída suma una nueva batalla a la guerra que mantiene desde hace meses junto a un grupo de vecinos de Cabopino, una lujosa urbanización de Marbella en la que su familia tiene varias propiedades, contra el presidente de la comunidad de vecinos, contra Ángel Nozal y contra su mujer, Michelle van Gaalen, la administradora de la finca.

La ex de ‘Gran Hermano’ y sus vecinos han presentado ya varias denuncias por presuntas irregularidades y estas han sido admitidas a trámite. Entre ellas existe una en la que aseguran que Ángel Nozal habría firmado, sin ser administrador de la finca, al menos un contrato de alquiler con una compañía para la colocación de un cajero en la urbanización, todo ello sin contar con el poder para hacerlo y haciéndolo por un dinero que supuestamente no coincide con el que figura en las cuentas de la comunidad.

“No estoy haciendo nada ilegal, estoy dirigiéndome al aclade y los mijeños tienen derecho a saber que Ángel Nozal, que se postula como alcalde, no puede serlo”, vociferó Nizar. “Existe una administración desleal en Cabopino”, continuó a la vez que los policías trataban de sacarla del pleno.

El alcalde le explicó por qué no podía hablar en la sala

Desde 20 minutos han continuado explicado que las autoridades obligaron a Nízar a abandonar el lugar, pero poco después el alcalde, Josele González, la atendió y le explicó los motivos de esta decisión. Aída pedía tener la palabra durante la sesión, pero el alcalde le explicó que eso no era posible porque no estaba dentro del orden del día. Finalmente le permitió quedarse durante el pleno y desplegar la pancarta, pero no pronunciar palabra.