Del pie al abdomen: las últimas lesiones de Rafa Nadal

Rafa Nadal se retira de Wimbledon y no está siendo fácil este año para Rafa, pero es una historia que no comienza aquí. Todo empezó un junio de 2021, en la semifinal de Roland Garros, en ese Djokovic contra Nadal (3-1). El tenista español notó su primer dolor en el pie izquierdo, de ese síndrome Müller-Weiss. Que, además de provocarle una cojera, tuvo que renunciar ir a los Juegos Olímpicos y pasar por quirófano, lo que le hizo estar cinco meses de baja.

No empezaría bien la segunda mitad de año Rafa, que estuvo sin jugar de julio a enero, solo apareció en una exposición de Abu Dabi. Aunque Nadal tenía claro su objetivo, primero sentirse bien y después llegar al Open de Australia e intentar ganarlo por segunda vez. Cosa que hizo, remontó el partido a Medvedev (3-2), logrando la victoria y su Grand Slam número 21, pero lo más importante, que se repuso a otra lesión, que es de peor que le puede pasar a un deportista.

Todo parecía ir bien también ganando en Acapulco, México, a Norrie (2-0) y no visualizando ningún dolor aparente, hasta que llegó Indian Wells. Torneo el cual se podría postular como posible vencedor. Hasta que llegó un hueso duro de roer, y no fue Carlos Alcaraz, que también opuso una gran resistencia, sino que fue una fisura en el costal por estrés. Acabó ganando el partido contra el murciano, pero ese problema en la costilla le impidió competir la final contra a Fritz, pero ese no fue el mayor de sus problemas, sino que estaría mes y medio de baja.

Todo parecía una incógnita en la capital de España, pero Nadal lo volvió a hacer. Reapareció en Madrid mucho antes de lo debido, ya que tenía un plan, y era estar listo para Rolan Garros, pero no sería camino fácil.

En su tierra abatida y en casa perdió frente a Alcaraz (1-2), y al entrar en rueda de prensa tras finalizar el encuentro, volvieron las lesiones del pasado, el síndrome Müller-Weiss. Empezó a sentirlo otra vez en Madrid, pero se extendió más aún el partido en Roma frente a Shapovalov, cuando expresó que ya no podía más y todos temían su retirada: “juego para ser feliz, pero el dolor te quita la felicidad”.

“Si no tomo ningún antiinflamatorio iría cojo”

El planeta entero tenía miedo a que decidiría Nadal, pero este deportista, está hecho de otra pasta, es extraterrestre. Apareció en Francia, llegó a su terreno y ganó su Grand Slam número 22 y el Roland Garros número 14. Demostró al mundo, que ante los problemas siempre se pueden reponer

Con dolores superó la tierra abatida y la pista, y la temporada no ha acabado. Se vuelve a cambiar de medio, llega la hierba de Wimbledon. El torneo empezó bien, sin sobresaltos, pero en cuartos de final, contra Fritz, otra vez contra el estadounidense, volvió a surgir problemas físicos, un dolor abdominal. Tal fue el malestar que Rafa tuvo que llamar al médico y retirarse a vestuarios por un tiempo, llegando incluso a pensar en retirarse, cosa que también se lo pidieron su padre y hermana, pero el tenista balear regresó. Cosa que recordó al Open de Australia de 2011: “estoy en cuartos de final, no me retiro ni cagando”. Y así fue, no se retiró del encuentro, sino que ganó y pasó a semifinales del torneo.

Al final Nadal, no ha podido superar estos dolores abdominales después del entrenamiento que disputó y tiene que retirarse del verde, dejando pista libre a Kyrgios para llegar a la final del torneo. Rafa lleva, prácticmente un año natural, con cuatro lesiones: dos en el pie y dos en los abdominales. Lo que le está dejando un año muy irregular en cuanto a torneos, ya que esta nueva lesión le dejará casi un mes fuera y luego seguirá con su calendario habitual.