Alcaraz arrasa a Medvedev y se cita con Djokovic en la final de Wimbledon
El español de 20 años domina al ruso con un tenis maravilloso y el domingo tratará de ganar ante el serbio su segundo título de Grand Slam.
La final soñada, la que todo el mundo esperaba cuando se sortearon los cuadros individuales de Wimbledon, entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, se vivirá el domingo en la Pista Central del elegante All England Club. El número uno del mundo contra el dos, revancha de la semifinal de Roland Garros ganada por el serbio. Después del incontestable triunfo del poseedor de títulos de 23 Grand Slam contra Jannik Sinner en la primera eliminatoria del viernes, el español de 20 años la hizo posible con una victoria aún más impresionante (triple 6-3 en 1h50) ante Daniil Medvedev. El tercero del ranking y campeón del US Open 2021 se vio completamente sobrepasado por el formidable tenis de Charly, un relámpago que brilló intensamente bajo el techo retráctil de La Catedral, al abrigo de la lluvia.
“Es un sueño para mí. Estar jugando las semifinales aquí, poder acceder a la final en Wimbledon. Sinceramente, no me lo puedo creer. Simplemente, trataré de disfrutar el momento. Es tiempo de seguir soñando”, dijo Alcaraz tras su apoteósico éxito.
Poco le importaron al murciano las condiciones del encuentro, a priori más favorables para el ruso de 27. En solo dos temporadas, Alcaraz ha pasado de caer en tres sets ante Medvedev en el major británico, a pegarle un revolcón tremendo en el mismo escenario. Todo lo hizo bien. Dominó completamente el juego de fondo, con impactos potentes, colocados como dardos en el centro de una diana. Varió el juego con el revés cortado y las dejadas. Y estuvo sensacional en las subidas a la red. El último punto del encuentro fue un compendio de lo anteriormente dicho, una obra de arte con la que alucinaron los espectadores. No se lo pierdan. “Tuve que mostrar lo mejor de mí en ese momento, jugar agresivo, ser yo mismo todo el rato. Esa fue la clave para cerrar el partido”, apuntó Carlos.
Solo hay que echar un vistazo a las estadísticas para darse cuenta de la superioridad del prodigio de El Palmar. Por eso el partido no tuvo demasiada historia, más allá del deleite y la comprobación del poderío y la calidad de Carlitos, que llega al partido por el título con números redondos: 35 victorias en Slams, 10 en Wimbledon, 135 en ATP y 15 sobre hierba, una superficie que ya domina como nadie, excepto Djokovic. Además, iguala al propio Medvedev en el liderato de triunfos del presente curso, con 36. Y puede superarle en títulos, ya que en 2023 van igualados a cinco. Es el octavo jugador en activo que llega a la final en el major inglés, tras Djokovic (9), Rafa Nadal (5), Andy Murray (3), y otros cuatro que lo ha hecho una vez, Matteo Berrettini, Marin Cilic, Nick Kyrgios y Milos Raonic; y el séptimo español en toda la historia, tras Lili Álvarez, Manuel Santana, Conchita Martínez, Arantxa Sánchez Vicario, Rafa Nadal y Garbiñe Muguruza.
En progresión
Alcaraz ha ido de menos a más en el torneo, como hacen los mejores, los muy buenos, como él dice. Sus dos últimas actuaciones, ante Rune y Medvedev, le han reportado victorias aplastantes. Y lo mejor es que deja la sensación de que en la recámara, aún le queda algo que ofrecer, un pequeño margen de mejora para enfrentarse al monstruo que es Djokovic.
“¿Qué puedo decir? Va a ser muy, muy difícil. Lucharé, así soy yo. Voy a creer en mí mismo y en que puedo ganarle aquí. Está imbatido desde 2013 en esta pista y es un gran reto para mí, pero es un sueño desde que empecé a jugar al tenis estar aquí en una final”, avanzó Alcaraz, que no ha tenido demasiado desgaste y acudirá a la cita pletórico, sobre todo de confianza. Está cerca de hollar una cima a la que llegaron grandes leyendas, como el balcánico. Al tenis y a los aficionados les espera una gran final.