Alcaraz aplasta a Rune para meterse en semifinales

La regularidad llevó este miércoles a Carlos Alcaraz hasta las semifinales de Wimbledon. Ahí es nada. Sin forzar la máquina al máximo, el número uno del mundo, de 20 años, aplastó al seis, el danés Holger Rune, de la misma quinta: 7-6 (3), 6-4 y 6-4 en 2h21. Un vistazo al color de las estadísticas oficiales del partido, en la web de torneo, refleja la superioridad absoluta de Charly en este duelo generacional. Todos sus números aparecen resaltados en azul, porque fue mejor que su rival en cada apartado. El viernes peleará por la final contra el ruso Daniil Medvedev, que apeó al estadounidense Christopher Eubanks. El cara a cara lo tienen igualado a una victoria.

“Sinceramente, esto es increíble para mí. Este es un gran torneo y estar en las semifinales aquí es un sueño”, dijo Alcaraz. “Creo que he jugado a un gran nivel, no me lo esperaba en esta superficie. Para mí es una locura. Ha sido duro al principio. Estaba muy nervioso por jugar unos cuartos de final en Wimbledon y, más todavía, por hacerlo contra Rune, alguien de mi misma edad y que viene jugando a un gran nivel. Ha sido complicado. Pero, una vez entras en la pista, no hay amigos. Tienes que centrarte en ti mismo, y creo que eso lo he hecho muy bien”, añadió, aunque quizá se esperaba más de un oponente que ha demostrado tener carácter, calidad y competitividad.

Un chico malo, aunque a él no le guste demasiado este apelativo, con calidad y fuerza para hacer grandes cosas en el circuito, pero que se vio desbordado después de perder un primer set que fue muy igualado. “Estoy un poco decepcionado, no me sentí igual que otros días cuando me desperté por la mañana y podría haber jugado mejor. Tengo que comprometerme de lleno con mi tenis, al 100%, arriesgarme, y no lo hice”, dijo en rueda de prensa, insinuando que podía estar enfermo. Hace menos de un año había sido capaz de ganar a Alcaraz en París Bercy, si bien es verdad que este se lesionó durante el partido.

La manga inicial se decidió por pequeños detalles en el desempate. Carlitos lo celebró con un fuerte alarido. “He sacado todos los nervios. Ese set ha sido complicado para mí, pero en el segundo y en el tercero he disfrutado mucho. He hecho mi juego, he puesto una sonrisa en mi cara, que eso es la clave para mí. Gritar ‘vamos’ al ganar el primer set me ha ayudado a sacar luego mi mejor nivel”, explicó el murciano, que a partir de ahí, prevaleció, lanzado, con la confianza por las nubes. No hubo ni una sombra en su desempeño, nada que hiciera pensar en un descalabro. De fondo, su dominio fue escandaloso y eligió muy bien los momentos para subir a la red.

Historia

De su juego disfrutó hasta la Reina de Inglaterra, Camilla Parker, que estuvo en el Palco Real. En el box del equipo del español se sentó el escolta de los Miami Heat, de la NBA, Jimmy Butler, al lado de Tomás González Arqués, el presidente de la Real Sociedad Club de Campo de Murcia, el club del ídolo que, con tranquilidad, se convirtió en el semifinalista más joven del Grand Slam británico desde Novak Djokovic (20) en 2007. Nunca se había visto en este evento un cuarto de final entre dos rivales menores de 21 años. Alcaraz se arrimó a los históricos jugadores españoles que alguna vez disputaron la penúltima ronda del major de la hierba. Es el séptimo que lo consigue tras Nadal (8), Santana (2) y los que llegaron en una sola ocasión: Alonso, Gimeno, Orantes y Bautista.

Para el de El Palmar, esta será la tercera semifinal en un grande (jugó la del US Open 2022 y, este año, la de Roland Garros), las tres seguidas. Solo hay otros nueve tenistas de la Armada que hayan jugado tres o más: Nadal (38), Santana (8), Ferrero (6), Ferrer (6), Gimeno (4), Orantes (4), Bruguera (4), Corretja (3) y Moyá (3). Le espera un nuevo reto, estar en el partido por el título, y lo más interesante es que aún tiene margen de mejora. Da la sensación de que le quedan una o dos marchas por meter que aún no ha necesitado. A partir de aquí la exigencia será mayor, y él lo sabe: “Con Medvedev he jugado dos veces, creo, una aquí en Wimbledon hace dos años. Será muy duro, su juego se adapta muy bien a la hierba. No puedes vivir una semifinal de Wimbledon cada año, así que voy a disfrutar del momento y la prepararé una vez se acerque”.