Bautista: “El tenis español necesita inversión y estructura”

Con la serenidad y la experiencia que le dan sus muchos años en el circuito, Roberto Bautista charla con AS de manera distendida antes de iniciar su participación en el US Open, este martes (sobre las 23:00, Movistar+) contra el británico Jacob Fearnley (24 años y 60º). El castellonense, ganador de 12 títulos ATP y semifinalista en Wimbledon 2019, cuando fue top-10, es una voz autorizada para opinar sobre el futuro del tenis español. De eso, entre otras cosas, habla a la sombra de una sombrilla en Flushing Meadows.

Lo primero, ¿cómo se encuentra?

Bien, la verdad es que después de Wimbledon acabé una gira de hierba bastante exigente, con algunas molestias en el pie. Habría firmado llegar al US Open con cinco partidos. He jugado algunos buenos antes de llegar aquí. Me encuentro bien, estoy entrenando bien y con ganas de jugar otro US Open.

¿Cómo se vio en esos partidos?

Jugué muy bien en Cincinnati, en unas condiciones que creo que son bastante parecidas a estas. Con la bola que viaja bastante por el aire y en una superficie, digamos, rapidilla. Yo creo que Winston Salem no fue así, fue muy diferente, y estas condiciones se parecen bastante a las de Cincinnati.

¿Le motiva remontar en Grand Slams (no pasó de la primera ronda en Australia, Roland Garros ni Wimbledon)?

No ha sido un buen año, pero cuando no vas de cabeza de serie, suele pasar. Hay rivales difíciles, sorteos duros y también estoy en otra fase de mi carrera. Disfrutando mucho, aceptando a veces derrotas por las que antes, a lo mejor, me hubiese cabreado bastante. Con ganas de jugar. No he jugado nunca contra Fearnley, que es un rival que ha competido aquí en Estados Unidos, en la universidad, que sabe cómo es y seguro que será un rival complicado.

“Acepto derrotas que antes me hubieran cabreado bastante”

Serenidad

¿Cómo se llega mentalmente a esta etapa que describe de aceptación?

He pasado por un momento de lucha contra esos pensamientos, en la pelea mental de decir, ‘este partido no lo puedo perder’. Si quieres estar aquí con la edad que tengo, hay que pensar bien, aceptar mucho, tomarse las cosas de otra manera. Saber que luchar por estar entre los 15 mejores como hacía antes, no es ahora mi objetivo. Saber disfrutar del circuito y estar de otra manera.

¿Qué cosas le motivan ahora?

Yo creo que es un premio estar aquí con 37 años y seguir disfrutando de ganar partidos de nivel altísimo, de ganar a rivales top-10 todavía, de plantarles cara, de disfrutar un poco del buen nivel. Esos son mis objetivos. En cuanto a números han cambiado. Es otra manera de estar en el circuito, otra manera de vivir aquí y esa es mi manera de pensar ahora mismo.

¿Su forma de pegarle a la bola (Shelton le describió hace poco como un pegador plano puro) hace que aún se defienda en el tenis actual?

Hay que adaptarse constantemente a la vida, a los cambios. El tenis profesional y el circuito también se modernizan, hay cambios y uno tiene que ser listo, tiene que ver las cosas que necesita cambiar para poder adaptarse a lo nuevo. Después de tantos años en la gira, para mí es un orgullo estar con esta edad como me encuentro físicamente y con el nivel de tenis que me siento en pista.

¿Cree que la gente no valora, por ejemplo, el hecho de que el tenis español sea el quinto que más jugadores tiene en el cuadro masculino del US Open (ocho)?,

Yo creo que eso no se valora ahora y tampoco se valoraba cuando éramos 13 o 14 tenistas entre los mejores. Yo creo que España es como es y no la vamos a cambiar, pero la gente que realmente ama el tenis y sabe lo difícil que es esto, soy consciente y estoy seguro de que sí que lo valoran.

“Recuerdo estar el 13 del mundo y ser el sexto español”

Nivel

¿Cómo ve el futuro a nivel nacional?

Obviamente, la ‘camada’ de tenistas que vamos a tener entre los mejores es diferente a la que había. Yo me acuerdo estar 13 o 14 del mundo y ser el sexto español (en el ranking). Eso ahora no lo vamos a ver, desgraciadamente. Seguirá habiendo tenistas españoles, porque hay una muy buena base de enseñanza y de tenis, y mucha cultura en ese sentido en España. Y seguro que vamos a tener tenistas muy buenos y los tenemos hoy en día, pero quizá en menor cantidad.

¿Y eso por qué cree que sucede?

Pues porque, como todo en la vida, yo creo que el tenis español necesita inversión, necesita estructura. Se está viendo cómo en otros países, que realmente invierten en estructura y en tenis, los resultados son palpables, como pasa con Italia. Tenemos que seguir invirtiendo y tomar ejemplo de países que les está yendo muy bien y están sacando muchos tenistas… y replicarlo.

¿Antes salían un poco por generación espontánea o existía esa inversión?

Había unos circuitos en España que no había en otras partes del mundo y eso hacía que los tenistas pudieran salir, competir mucho y jugar muchos torneos en España para coger nivel. Yo creo que eso ahora ya está mucho más repartido por todo el mundo y los países que tienen, por ejemplo, muchos Challengers, como Italia, lo notan en la cantidad de tenistas que tienen en el top-100.

Cambiando de tema, ¿cómo lleva la conciliación entre familia y deporte? ¿Le cambia mucho la manera de verlo todo y las prioridades?

Sí, es difícil. Con un niño podíamos seguir viajando, montarnos un poco la vida en el circuito, pero ahora Rober ya tiene cinco años, va al colegio, y el pequeño tiene seis meses. Mi mujer, si viaja conmigo, necesita a otra persona. La logística cada vez se complica más y ahora ellos hacen un poco más vida de rutina, que es lo que mejor les va a los niños en el colegio. Y yo viajo más tiempo solo y les echo mucho de menos.

Ahora Pablo Carreño también ha tenido un niño hace poco, ¿han hablado del tema?

Sí, sí, Roberto (Carballés) también va a ser padre dentro de poco. Nos vamos haciendo grandes y es lo que hay.

¿Qué ilusiones le quedan?

Mi ilusión es despedirme del tenis, cuando sea, a gran nivel, disfrutando de la manera que lo estoy haciendo. La verdad es que no sé cuándo va a ser, pero de momento estoy en el circuito, estoy disfrutando de jugar partidos muy buenos, de encontrarme a buen nivel en pista. Y ya veremos cuando sea el momento de decir adiós, pero ahora estoy intentando vivir el día a día de otra manera, con más tranquilidad en cuanto a resultados, no en cuanto a exigencia, porque para estar aquí con esta edad el día a día sin duda es incluso más exigente que antes en cuanto a la manera de vivir el circuito, de cuidarse, de hacer prevención, de entrenar, de tener todos los detalles atados, de cumplir los deberes al pie de la letra.

Se ve que usted es un ejemplo de profesionalidad ¿Cómo ve a los jóvenes de ahora, en ese sentido?

Lo que sí que veo que se nota un poco es que tienen menos iniciativa propia. Quizá necesitan gente que esté muy encima de ellos, que les digan las cosas y se las repitan mucho. En la generación de antes teníamos, no sé si más hambre, pero seguro que más iniciativa propia y más emprendimiento y ganas de hacer las cosas.

“Alcaraz y Sinner se merecen todo lo bueno que les pasa”

Rivalidad

¿Qué opina de la rivalidad de Alcaraz y Sinner?

Me parece que es muy buena para el tenis. Son dos pedazos de profesionales y personas que se lo merecen todo lo bueno que les pasa. Creo que son dos grandísimos tenistas que cada vez van a ser más grandes, porque se reparten los momentos de presión, las grandes finales, los momentos de más tensión. Yo creo que se extiende el nivel entre ellos dos y cada vez van a ser mejores y más grandes. Me alegro de todo lo bueno que les está pasando.

¿Cómo es la vida en el circuito sin Rafa Nadal?

La verdad que se le echa de menos, a él y a Federer. A veces lo comento con mi entrenador, lo mucho que echamos de menos ver un partido de Roger o de Rafa, o un derbi entre ellos o contra Djokovic.

¿A Novak, qué recorrido le ve?

El que quiera. Yo creo que es tan bueno y conoce tanto el circuito, que puede estar aquí el tiempo que quiera. Eso ya es decisión propia.

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