Tsitsipas continúa ganando en Barcelona

Tras ganar en Montecarlo, y por lo tanto jugar hasta el domingo, a Tsitsipas no le convenía ni un partido largo ni uno cansado contra Ofner. Y no lo fue (6-4, 7-5), pese a la resistencia del austríaco. El número 43 del mundo demostró que es un tenista combativo, pero también por qué está lejos del top-10. En los momentos claves, en los que deciden sets y partidos, erró. Tsitsipas, en cambio, cuanto más contra las cuerdas estuvo mejor rindió. Amenazó el austríaco con llevar el partido a la tercera manga, pero Tsitsipas lo evitó con un final de partido brillante. En la siguiente ronda jugará contra el español Roberto Carballés.

El partido entre ambos se desarrolló de forma irregular. O, en otras palabras, se desarrolló al nivel de Tsitsipas. Cuando el griego se concentró y jugó bien Ofner no pudo contestar. Pero a la que se relajó un poco, a la que abrió una rendija, el austríaco siempre se coló por ella. Le faltó conectar mejores golpes ganadores para poner en problemas reales al griego, pero Ofner jugó un buen partido. No empezó bien, perdió el saque en el primer juego, pero se rehízo rápido. Perdió el set (6-4) con un Tsitsipas probablemente más cómodo de lo que reflejó el tanteo final.

La segunda manga, sin embargo, fue distinta. Se la volvió a llevar Tsitsipas, pero con más problemas. Demostró por qué es un Top-10 y cual es la diferencia entre los mejores y los buenos. El griego, cada vez que se vio contra las cuerdas acertó. Ofner, cuando tuvo opciones reales de coger una gran ventaja y llevarse el set, falló. Tuvo bola de break para ponerse 3-1 con saque a favor y no lo aprovechó, pero sí lo hizo después. Se puso 5-3 ante un Tsitsipas desconcentrado, hablando más de la cuenta, cambiando bolas y mirando la raqueta. Malos augurios. Algún error de más le puso contra las cuerdas pero fue precisamente en una situación comprometida cuando dio el plus necesario para ganar el partido. Cuatro juegos seguidos y partido para el ateniense.

Ruud cumple con las quinielas y ya está en octavos

Nada está escrito antes de un torneo pero el camino de Casper Ruud hacia la final del Godó se va allanando. Primero con la baja de Alcaraz, cabeza de serie y su principal rival en la parte baja del cuadro, y segundo con su convincente estreno en la pista Rafa Nadal. Ruud derrotó a un combativo Muller (3-6, 4-6) demostrando su buen nivel en Barcelona. Tras caer en la final de Montecarlo el pasado fin de semana ante Tsitsipas (final que podría repetirse en el Godó) sigue pisando fuerte.

La primera manga arrancó mal para Ruud, dos juegos abajo, tras ceder el servicio ya en el primero. No es que entrara dormido al partido, sino que Muller estuvo más despierto. Dejó buenas sensaciones, las mismas que en su primer partido contra Albert Ramos, pero cedió demasiado terreno frente al noruego. Poco a poco, punto a punto, Ruud fue escalando en el marcador y en su juego. Con una derecha poderosa, enérgica, casi violenta que le permitió ganar los cinco juegos siguientes. Del 2-0 con servicio para Muller al 2-5 para Ruud. A partir de ahí, poca historia. Remató el set (6-4) dejando muy encarado el partido para el segundo set.

Porque no fue tanto el resultado sino las sensaciones. Ruud es al fin y al cabo el segundo cabeza de serie del torneo tras la baja de Alcaraz y Muller no pudo plantarle cara en el global. Si en algunos puntos fantásticos, largos y aplaudidos por el público, que casi siempre cayeron del lado del noruego. Volvió a ceder Muller rápido el servicio, pero siguió peleando toda la manga. Tuvo un juego muy apretado que pudo cambiar el rumbo del encuentro, pero en lugar de conseguir una rotura y ponerse 3-4 y con servicio acabó cediendo para el 5-2.

Pero el francés no quería decir todavía adiós al Godó. Al menos no tan rápido. Ganó su servicio y le rompió el siguiente a Ruud (5-4) cuando este sacaba para ganar. Demostrando, además, una gran solidez mental. Arrancó 0-40, Ruud llevó el juego al deuce pero Muller logró reponerse y adjudicarse el juego. Y poco más. Rotura en blanco de Ruud y primera victoria (vigesimocuarta del año) para el noruego.

Trungelliti pasa y se medirá en octavos a Arnaldi

En la pista Andrés Gimeno se vivió el duelo entre el argentino Trungelliti y el chileno Jarry que tuvo como ganador al primero (7-6, 6-3) por lo que se medirá mañana en octavos a Mateo Arnaldi. Tras un primer set muy igualado, en el que Jarry anotó más de un ace, el argentino se acabó adjudicando la manga en un tie break también muy apretado (7-5). Jarry tuvo durante todo el partido cuatro bolas de break, no aprovechó ninguna, mientras que Trungelliti dispuso de tres y aprovechó una. Suficiente para ganar.

Lajovic, rival de Davidovich en la siguiente ronda.

El buen papel de Dusan Lajovic en Barcelona continua. El serbio eliminó primero a Diego Schwartzman y hizo lo mismo con el francés Humbert por un doble 6-4. Hoy se medirá a Davidovich, que ayer no jugó por la retirada de su rival. El de octavos será pues su primer partido mientras que para Lajovic será el tercero. Por otro lado el húngaro Marozsán pasó ronda tras la retirada de su rival, Luca Van Assche, que perdía el partido 6-0, 3-2. Se medirá a Facundo Díaz Acosta.

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