Etcheverry, Cerúndolo y Jarry, orgullo latinoamericano en París
Los argentinos y el chileno acceden a octavos de final de Roland Garros tras superar a Coric, Fritz y Giron, respectivamente. Ruud y Rune no fallan.
En París se habla español. Pese a que Carlos Alcaraz se ha quedado como único representante nacional en el cuadro masculino, el habla hispana se ha apoderado de los octavos de final de Roland Garros. Este sábado, los argentinos Tomás Etcheverry y Francisco Cerúndolo, así como el chileno Nicolás Jarry, han accedido a la mencionada fase del Grand Slam tras superar al croata Borna Coric (6-3, 7-6(5) y 6-2) y a los estadounidenses Taylor Fritz (3-6, 6-3, 6-4 y 7-5) y Marcos Giron (6-2, 6-3, 6-7 y 6-3), respectivamente. Orgullo latinoamericano en la parte baja de un cuadro muy abierta y que ayer ya sumó al peruano Juan Pablo Varillas, rival de Novak Djokovic este domingo (sobre las 13:00). En ella, eso sí, no fallaron dos de los capos en pie. Holger Rune, 6º favorito, tras apabullar a otro argentino, Genaro Alberto Olivieri (6-4, 6-1 y 6-3), será el rival de Cerúndolo; Casper Ruud (4º), tras eliminar al chino Zhizhen Zhang (4-6, 6-4, 6-1 y 6-4), se medirá con Jarry.
El camino de Etcheverry, 49º del mundo con 23 años, puede marcar un antes y un después en su carrera. Nunca antes había accedido a la segunda semana de un Grand Slam y, esta vez, lo ha hecho por la puerta grande. Después de superar al australiano Álex de Miñaur, hoy se imponía a un Coric al alza sobre tierra y que lucía como 16º cabeza de serie. 30 ganadores o un 84% de puntos ganados en la red permiten explicar su victoria, que le lleva a medirse con el japonés Yoshihito Nishioka (33º). El nipón, que alcanza los octavos por segundo Grand Slam consecutivo, pudo con una de las grandes revelaciones del torneo, también procedente del conteniente americano, el brasileño Thiago Seyboth Wild (3-6, 7-6 (8), 2-6, 6-4 y 6-0).
La historia se repite con Jarry, que también ha logrado su mejor resultado en un Grand Slam hasta el momento. El chileno de 27 años (35º), castigado por las lesiones en muchos momentos de su trayectoria, está encontrando continuidad y, con ella, están llegando su mayores éxitos. Empezó la temporada avisando con unas buenas semifinales contra Carlos Alcaraz, en Río, y después sumó títulos en Santiago de Chile y Ginebra, su última parada antes de Roland Garros. Su condición de gran sacador (13 aces y 86% de puntos ganados con primeros hoy) se está convirtiendo en una amenaza para cualquier jugador dentro del circuito.
La “presión” sobre Ruud
El francotirador de Jarry fue demasiado para Giron y ahora apunta a Ruud, con la obligación de parar una racha de siete victorias seguidas sobre tierra. El noruego, tras muchas dudas, va a más. “Cada partido es estresante, física y mentalmente. Este año es el primero que vengo tratando de defender un gran resultado, habiendo llegado a la final el año pasado. Siento un poco más de presión”, decía tras superar a Zhizhen Zhang. Sigue adelante como un Rune que se medirá con Cerúndolo, uno de los peligros de la parte baja. Tras vencer a Olivieri, de argentino a argentino. Francisco, sin embargo, tiene muchos más argumentos que Genaro. El año pasado, sumó su primer título (Bastad), sobre arcilla, y esta temporada acumula cuartos de final en Barcelona y Roma, así como la final en Lyon, su último resultado antes de llegar a París, donde se ha ganado la licencia para mirar a lo lejos.