Carreño: “Tuve pensamientos de autodestrucción, negativos”

El tenis español está de enhorabuena por el regreso de Pablo Carreño a las pistas, inesperado más que nada al producirse directamente en un Grand Slam, Roland Garros. Campeón del Masters 1.000 de Canadá en 2022, de la Copa Davis en 2019 y bronce olímpico en Tokio 2020, el dos veces semifinalista en el US Open jugó este martes un partido oficial casi ocho meses después de disputar el último en el Challenger de Málaga, a principios de octubre de 2023. Una lesión en codo derecho, de la que fue operado en noviembre, le tuvo hasta ahora en el dique seco. Con 32 años y en el puesto “mil y pico” (1.049), como él dice con cierta sorna porque hubo un día en que fue top-10, el gijonés volvió con ganas de dar guerra, aunque entendía que no sería fácil. De hecho, cayó (5-7, 6-1, 6-3 y 6-0) ante el argentino Mariano Navone, cabeza de serie número 31. Antes después del partido, atendió a los medios españoles desplazados en París, entre ellos AS.

Ha sido una sorpresa verle aquí, en Roland Garros, después de tanto tiempo. ¿Por qué decide volver ahora?

Bueno, cuando el codo ha reaccionado bien, he venido. Mi idea era poder haber jugado un par de torneos antes, pero hace tres o cuatro semanas tuve una pequeña molestia que acabó siendo un pequeño edema en el pronador. Y tuve que bajar un poquito la intensidad, pero ya he vuelto a subirla hace un par de semanas y sin estar rodado, vine. Creo que estoy bien y obviamente que no es lo ideal venir a jugar un Grand Slam de entrada, pero en algún sitio tenía que empezar y tampoco quería esperar más. Tenía ya ganas de volver a las pistas.

¿Puede sacar ya sin dolor?

S, sí, puedo sacar. La molestia esa del saque era lo que he comentado del edema en el pronador. Y llevo ya toda esta semana y la semana anterior, sacando ya al 100%, cada día incrementando un poco la intensidad, pero sin dolor.

¿Tiene miedo a la hora de golpear la bola?

Sabía cómo había reaccionado en los entrenamientos, pero no en un partido, no solo por el codo, sino por el resto del cuerpo. Me dicen que no me preocupe, que eso no se va a romper, pero que es normal que en algún momento pueda sentir cosas. Mi idea era ir al 100%. Y estoy contento pese a haber perdido, porque lo principal era terminar el partido sin dolor.

¿Y qué espera?

Si consigo terminar el primer partido entero sin molestias en el codo, para mí ya es una victoria. Llevo mucho tiempo fuera de la pista, mucho esperando a volver a estar aquí y lo importante para mí es mantenerme en el circuito, jugar Roland Garros, pero poder jugar la próxima semana otro torneo y la siguiente otro, y así sucesivamente. Y ver que el codo realmente está al 100%. Que no me aguanta, por así decirlo, solamente un partido o dos y puedo competir como estaba antes.

¿En algún momento vio tan negro el túnel que pensó que no volvería a jugar?

A ver, ha habido momentos en los que me notaba más o menos bien y obviamente estaba más contento y tenía pensamientos más alegres. Ha habido otros en los que no me ha gustado. Me molestaba. Hace tres o cuatro semanas, parecía que ya iba a empezar otra vez a competir y volví a notar otra vez una molestia y entonces me vinieron pensamientos un poco de autodestrucción, negativos, sobre que de esto no me iba a recuperar, que siempre que parecía que estaba bien, volvía a pasar algo. Pero bueno, estoy aquí. Esperemos que dure y que juegue.

¿Qué es lo más duro o complicado del proceso de recuperación?

Ver que por muchos pasos que das hacia delante, puede llegar algún momento en el que vuelvas a darlos otra vez hacia atrás. Que no haya una certeza de que esto va a ir bien al 100%. Aunque el médico me dijera que sí y los fisios también, que no me preocupase, que siga tal, lo que pasa es que, claro, llevo ya muchísimo tiempo. Llevo casi un año y medio o algo así, sin esa certeza de decir, bueno, yo hago estas cosas que me mandan, tengo estas sensaciones y voy hacia delante. Porque, por desgracia, esto no es más de dos o cuatro. O sea, hay muchas cosas que influyen, hay que ir con mucho cuidado en las cargas, sin precipitarse. Por suerte, ahora parece que sí que estoy bien, pero no descarto que juegue cuatro horas, me levante y tenga dolor o molestia. Forma parte del proceso, la competición, que al final no es lo mismo que el entrenamiento.

¿Va a ir a los Juegos?

Bueno, en el Godó coincidí con David Ferrer, que es el capitán, y al final es el que decide. Le comenté que a mí también me haría mucha ilusión jugar el dobles, pero no tengo plaza por ranking; en el individual sí. Así que en ese sentido, dependerá de las parejas que haga el capitán. Supongo que tendrá que ver cómo estoy en este torneo. Para el mixto solo hay una pareja, entonces dependerá de si quiere jugar Carlos, Rafa, Marcel… No creo que tenga muchas opciones. Ferrer es el que tiene la última palabra.

¿Cómo ve este torneo? ¿Quiénes son los favoritos?

Está claro que quizás no haya ningún jugador que venga con una dinámica como la de Rafa durante tantos años, o la de Djokovic en los últimos años, que parecía que era clarísimo favorito. A él no le ha ido nada bien en esta gira, Carlos viene con las lesiones, Sinner también… Están Zverev, Tsitsipas… Pero creo que no hay un favorito claro, aunque mientras a Djokovic no le pase nada, siempre lo será. Rafa está claro que es Rafa en Roland Garros, pero va a tener que dar un poquito más de lo que ha dado en esta de tierra. La verdad es que no los he visto entrenar.

¿Lo que le sucedió en el pronador es la misma lesión que la de Alcaraz?

Debe ser parecido, pero lo mío está al lado de una operación de codo y lo suyo no. El médico me ha dicho que esté tranquilo, que eso está un centímetro y medio separado, como que si estuviera muy lejos… (risas). Un centímetro y medio. A mí me ha parecido muy cerca, pero bueno. No sé exactamente qué tiene Carlos, sí que hablo con él y con su equipo, pero lo mío es prácticamente la inserción.

¿Qué opina de que Alcaraz se lesione tanto?

Él dice que no, que está construyendo su físico y que tiene 20 años, y que evidentemente está sometiéndolo a una exigencia que no es normal. Yo me he lesionado muchas veces también y no tenía la exigencia que está teniendo él, ni mental ni física, entonces… Es normal que los jugadores se lesionen, lo que pasa es que cuando se lesiona un jugador top, pues se le da más bombo. Pero Rafa también ha tenido un montón de lesiones. Creo que es algo normal.

Excepto para Djokovic, ¿no?

Bueno, pero él también habrá tenido las suyas, lo que pasa es que a veces se gana lesionado. El deporte de élite tiene eso. Hay muchos momentos en los que te molesta o te duele alguna cosa, y la verdad es que la lesión está siendo más de lo que al principio parecía y se está alargando.

Hacía 29 años que el tenis español no llegaba a Roland Garros sin un solo título de tierra batida. Apenas hay cabezas de serie ¿Estos son ciclos o responde a alguna cosa que no se haya hecho bien?

Bueno, doy un dato también, este año es el que menos torneos en tierra batida ha habido, porque al ser los Masters 1.000 de dos semanas ha habido menos. Pero es verdad que obviamente sí que tenemos menos jugadores. Solo un cabeza de serie (Carlos Alcaraz), que no es lo normal, no estamos acostumbrados a eso. Rafa y yo venimos de estar lesionados. Llevamos ya una dinámica de unos cuantos años que sí que se nota que cada vez salen menos jugadores españoles. Es verdad que Carlos tapa todo un poco también, porque seguimos teniendo un monstruo ahí que abarca todo. Es una pena, pero no sé muy bien a qué se debe. Sí que se ve, por ejemplo, que Italia es todo lo contrario, que tiene una cantidad de jugadores jóvenes altísima, que están haciendo muy buenos resultados y las cosas muy bien en el ámbito de federación, de tener muchos torneos, más ingresos que la española. Al final, el dinero manda en este mundo. El que más dinero tiene, más fácil hacen las cosas.

¿Cree que Djokovic siente el hecho de jugar por su país y los Juegos Olímpicos de una manera más especial que el resto? Porque en Río salió llorando, en Tokio acabó mal…

No creo que sea por el país. Yo pienso que todo deportista, los Juegos Olímpicos le hacen muchísima ilusión. Y él tiene una medalla de bronce, la de Pekín. Lo ha ganado casi todo, lo único que le falta para completar su currículum, su palmarés, es ganar el oro. En Tokio era el favorito. Y en semifinales Zverev le paró. Y la verdad es que supongo que eso le dolería y que también estará pensando en llegar a estos Juegos, que pueden ser igual sus últimos con tantas opciones para colgarse ese título que le falta. Pero no creo que sea más especial para él porque sea serbio. Yo creo que a los españoles también nos hace mucha ilusión o a un brasileño o a cualquiera.