TENIS

Rafa Nadal: “He querido ser el mejor, pero no me he obsesionado”

El balear concede a AS la primera entrevista a un medio español desde que anunció su retirada. Lo hace en Riad después de participar en el Six Kings Slam y repasa toda su carrera.

Riad
STREFE

El día después de jugar el último partido que le enfrentará en su carrera a Novak Djokovic, en la final de consolación del Six Kings Slams, Rafa Nadal sale con su hijo en brazos del ascensor del hotel en el que se alojó estos días en Riad. Saluda y, después, atiende a AS en el asiento trasero del coche que le lleva a un compromiso que atiende con su familia en la ciudad saudí. Su padre, Sebastián, va de copiloto y espera pacientemente a que termine la entrevista. El balear repasa su carrera, celebra sus éxitos y admite los errores cometidos. Aún no es momento de hablar de futuro, porque sigue siendo tenista, aunque le queda poco más de un mes para retirarse.

Pregunta: En el vídeo con el que anunció su retirada se le ve muy emocionado. ¿Cómo fue la grabación y qué sintió?

Respuesta: Al final, aunque lo tengas asumido, el día que lo anuncias, que grabas el vídeo… Son muchos años y ha sido una parte importante de mi vida, toda la que recuerdo. Así que es normal. Es un cambio y también, no nos engañemos, a mí el tenis me ha dado alegría, felicidad, momentos muy emocionantes. Y cuando se acaba, se acaba y no vuelve. Es lógico que, a la hora de comunicarlo, por muy interiorizado que lo tengas, te des cuenta realmente de que ya no hay vuelta atrás, que es lo que hay. Pero bueno, lo grabé una semana antes de que saliese y se tenía que hacer.

Imagine que, como en una película de ciencia ficción, pudiera volver ahora al pasado. ¿Qué le diría al Nadal de 17 años?

Si pudiera volver atrás, cambiaría cosas, sin duda. Pero yo creo que al final hice lo que tenía que hacer la gran mayoría de las veces, que era vivir cada momento con ilusión, con pasión, con intensidad, intentando siempre mejorar y tener un comportamiento adecuado. Para mí eso es lo más importante. Lo que le diría es que se esforzara en mejorar diariamente. Yo creo que, en general, lo he conseguido. Como siempre, no todo es perfecto, para nada, pero, en términos generales, llegado el punto en el que estoy hoy, hay una cosa que sí que me da una gran satisfacción, que es que me voy sabiendo que hay poco más. Pienso que me he esforzado y me voy con la tranquilidad de haber hecho, creo, todo lo que he podido y un poquito más también. Porque al final, con las lesiones, no me dejé ir, tuve la determinación de intentar volver siempre, de continuar, y hacerlo de una manera positiva. Supongo que lo he conseguido. He pasado por muchas cosas por las que en algún momento hubiera sido hasta fácil, y quizá lógico, dejarme ir un poco más y decir, hasta ahí. Pero tengo la gran satisfacción personal de haber tenido a un equipo que me ha ayudado en todo momento, una familia que ha estado conmigo cuando más lo he necesitado. Y he mantenido siempre esa determinación e ilusión por lo que ha podido venir.

Nadal, en Riad.STREFE

Usted usa mucho la palabra increíble para describir su carrera, y de verdad que es increíble lo que le ha pasado. ¿Lo ve así?

Bueno, lo veo. Al final ha sido increíble el hecho de que un niño de un pueblo, de Manacor, ha conseguido tener una carrera larga y, evidentemente, buena. Empezando como cualquier crío, con la suerte de que de pequeño tuve a mi tío (Toni) y a una familia que pudo ayudarme en todo, y a partir de ahí se unieron muchas cosas que han hecho que de alguna manera haya podido pelear por lo que me ilusionaba. Después, a pesar de que muchas cosas me han ido a favor, pero también muchas otras me han ido en contra, siempre he conseguido, de alguna manera, encontrar la forma o el camino para seguir adelante con opciones reales de éxito.

Se suele decir que, si no se hubiera lesionado tanto, usted hubiera ganado más Grand Slams. ¿Usted lo cree?

Puede ser, pero… Al final es obvio que me he perdido más que todos mis rivales, en cuanto a opciones de ganar Grand Slams, pero la realidad es que me ha pasado eso. Yo no soy nunca de pensar ‘si hubiera hecho’ o ‘si no hubiera tenido’ (esas lesiones). Ha sido así y, con ello, he tenido una carrera que jamás hubiera imaginado y estoy más que alegre. Lo he hablado con Federer en los últimos tiempos, con Carlos (Alcaraz) y su familia aquí una mañana el otro día. Tú quieres ser el mejor cuando estás en competición, porque es la naturaleza del deporte. Yo he querido ser el mejor o al menos he querido esforzarme para intentar ser el mejor. Pero eso no me ha llevado a tener una obsesión nunca por ello. Mi ilusión siempre la he tenido como reto personal, de querer ser el mejor por motivación propia y superación. Creo en tener una ambición buena y grande, pero a la vez sana. Y lo decía el otro día hablando con Federer. Sí, es verdad que cuando estás en medio de la carrera y compitiendo, quieres ganar. Pero llegas al final de tu carrera y, sinceramente, ni yo estoy un mínimo más de satisfecho que Federer por tener 22 (títulos de Grand Slam) y él 20. Y no creo que tampoco estuviera más satisfecho o feliz si tuviera 25, uno más que los 24 (de Djokovic). Lo digo de corazón. Claro que me gustaría tener 25, sin ninguna duda, porque de esto se trata el deporte, de intentar ser el mejor. Sin embargo, cuando se termina, valoras lo que ha sido todo en conjunto, no si ha sido un poquito más. Creo que valoras que al final has conseguido dar tu máximo, vivir, hacer de uno de tus hobbies de pequeño, una parte muy importante de tu vida. Y, encima, con éxito. Me siento un gran afortunado, más allá de las lesiones. El hecho de haber tenido todos estos problemas, y lo digo de verdad, me ha hecho valorar en todo momento todas las cosas positivas que me han ido pasando. Creo que me ha permitido disfrutarlo.

“Si siempre hubiéramos elegido la opción conservadora, a lo mejor en vez de tener los que tengo, tendría 12 Grand Slams"

Rafa Nadal

Habla de lo que han conseguido Federer y Djokovic. Y eso engrandece todavía más lo que ha hecho usted. Porque si hubiera tenido otros rivales diferentes, pero es que justo han sido los mejores de la historia…

Sí, pero es lo mismo. Se puede decir que si no hubiera tenido lesiones o si hubiera tenido otros rivales… pero he tenido lo que he tenido y esos rivales. Y creo que eso nos ha empujado a ser mejores. Quizá, si hubiera tenido otros, la motivación no hubiera sido tan grande y no hubiera conseguido llevar mi tenis y mi competitividad tan al límite como lo he hecho.

¿Se arrepiente de algo?

Sí, claro, solo faltaría. Me arrepiento. Claro que cambiaría cosas, evidentemente. Los que dicen que no, que no cambiarían nada, son unos profundos arrogantes. Claro que me he equivocado mucho en mi carrera y en mi vida también. Se asume y se mira hacia delante. Los lunes, siempre sabemos todos lo que hubiéramos hecho el viernes. Pero he intentado hacer siempre las cosas como las sentía y con una buena intención. ¿Y que me he equivocado? ¿Que he tomado decisiones que me han llevado después a estar con más problemas? Sí, pero también muchas veces me ha salido bien y he terminado ganando torneos muy importantes. Con lo cual, ¿dónde está el balance? Si lo supiéramos el lunes, si siempre hubiéramos elegido la opción conservadora, pues a lo mejor en vez de tener los que tengo, tendría 12 Grand Slams. Es siempre difícil encontrar el balance perfecto, pero claro, si ahora volviera atrás, pues te diría exactamente los puntos en los que no repetiría lo que hice.

¿Y de qué está orgulloso?

De lo que estoy más orgulloso es de haber terminado mi carrera e irme del tenis con la satisfacción de sentirme valorado y querido, no solo por el público, que al final puede tener una visión más pasional de lo que es el deporte en sí, porque lo que ven son tus éxitos y hay un comportamiento ante todo eso. El hecho es que he mantenido una muy buena relación con toda la gente que ha estado cercana a mí siempre, tanto familia como equipo, como la gran mayoría de gente con la que en algún momento he trabajado y convivido más, tanto en los torneos como en el circuito ATP. Me voy con la sensación de que cuando yo vuelva a un torneo, estarán contentos de verme. Es la satisfacción de haber hecho cosas bien, no solo pegándole a la raqueta, sino a nivel humano, que al final es mucho más importante. Y de lo otro que estoy más satisfecho, lo único que a mí siempre me importaba al final, es de terminar los torneos y volver a casa con la tranquilidad de haber hecho lo que estaba en mis manos para que fuera lo mejor posible. Y, por consecuencia, cuando terminara mi carrera, tener la tranquilidad de decir, pues mira, esto es lo que ha habido, lo he dado todo, no había más.

Nadal abraza la Copa de los Mosqueteros en 2018.CHRISTOPHE PETIT TESSONEFE

¿Qué momentos elige?

Siempre es más fácil y lógico quedarse con lo último, porque es lo más reciente y de lo que nos acordamos más. Pero bueno, para mí ha habido momentos que han tenido un gran valor. Roland Garros 2006, por ejemplo. Porque fue el primer año después de la lesión en el pie. Realmente, y no es por hacer una historia épica, es real, no pensábamos que volvería a jugar al tenis a nivel competitivo. Ese lo recuerdo, porque pasamos muchos momentos malos. Las lesiones más avanzadas en tu carrera, cuando ya has conseguido mucho, se toleran de una manera o se ven desde un prisma un poquito diferente. Pero cuando acabas de empezar y llevas toda la vida preparándote para ello y al primer año que realmente tienes bueno te dicen que no volverás a jugar, es duro. No fue cuestión de unas semanas, sino de varios meses. Desde Madrid, que era indoor, hasta enero, no encontraba una solución. Y después son claves en mi carrera Wimbledon 2008, los Juegos Olímpicos de ese año, que fueron muy bonitos también; todo 2013, porque después del 2012 que estuve desde Wimbledon hasta Viña del Mar sin poder jugar y seguía teniendo mucho dolor de la rodilla, todo lo que pasó fue muy emotivo… Y Australia 2022 es de lo más emocionante que he vivido.

Inevitablemente, siempre que hablamos de usted surge el tema de las lesiones. ¿Cómo ha sostenido esa resiliencia para sobrevivir siempre?

Primero, porque creo que he tenido a las personas adecuadas alrededor cuando era más pequeño y eso creo que me ha ayudado de manera decisiva. Porque es un asunto educacional, de ver y encararlas de una manera o de otra. Cada uno tiene su propio carácter, pero pienso que los ejemplos que hayas podido tener de pequeño te ayudan o te forman de una manera o de otra. Y después, porque he tenido la gran suerte de que me gusta lo que hago, lo he vivido con pasión y con sentido de la responsabilidad. Ya no solo es porque me gusta, por ilusión, también por responsabilidad personal, de hacer lo que pueda hasta que pueda. Porque es mi forma de entender el deporte, la vida en general. Y así ha sido siempre. Creo que este es el motivo principal, el sentido de la responsabilidad de intentar hacer las cosas de la mejor manera posible.

“No creo en los finales de película, casi nadie los tiene”

Rafa Nadal

Se va a retirar en Málaga, en la Copa Davis. ¿Qué espera?

Hace tiempo que no espero mucho de mi final de carrera, porque uno se va dando cuenta de la dificultad que todo lleva y no creo en los finales de película. Casi nadie tiene finales de película, porque es muy difícil en el deporte tenerlos, salvo que sea gente que realmente llegue al punto de que está sano y puede ganar, pero realmente ya no disfruta de lo que hace. Ahí, entonces, sí que te puedes retirar ganando. Cuando a uno le apasiona lo que hace, es muy difícil retirarse estando al cien por cien y ganando. Simplemente, espero estar lo suficientemente sano y preparado para disfrutar el momento e intentar ayudar al equipo. En el 2004, por la Davis, tuve mi primera gran alegría como tenista profesional. Y terminar otra vez en una fase final de la Copa, para mí es una buena manera. Y ojalá que se pueda acabar positivamente, más allá de que juegue o no.

Decía el otro día que su hijo no le está viendo ganar, pero ha sido bonito tenerle ahí en los partidos, ¿no?

Bueno, ha ayudado, evidentemente. Y la gente me preguntaba ¿por qué no te retiras antes? Y desde un punto de vista de fuera es fácil opinar. Desde el sofá y escribiendo con un móvil o con un ordenador. Pero cuando uno es feliz haciendo lo que hace y su familia es feliz también, quieres intentar seguir. Y mi familia estaba siendo feliz viajando conmigo a los torneos, viviendo una experiencia diferente y creo que a mí me hubiera gustado seguir más si hubiera podido y si realmente hubiera encontrado la manera de poder hacerlo en unos estándares que a mí me hicieran feliz. Y era porque yo recibía el apoyo de las personas que necesitaba que estuvieran a mi lado para hacer eso, que estaban felices siguiéndome. Si eso no hubiera ocurrido, hubiera sido muy difícil para mí seguir, y más cómo han sido estos últimos tiempos. Haber podido vivir este año y poco más viajando con la familia de una manera distinta y vivir el circuito de una forma diferente, me ha aportado una experiencia positiva y creo que inolvidable.

Rafa, con su hijo, en un balcón de París durante los Juegos Olímpicos.MANAN VATSYAYANAAFP

Estos días has podido estar con Djokovic, el último del Big Three, y también con los que van a dominar el tenis. ¿Qué recorrido le ve al serbio y cuál le augura a Alcaraz y a Sinner?

A Djokovic, no lo sé. Creo que es humano que Novak, aunque siga estando sano, como tiene una edad y es lógico que a todos el reloj nos pase factura y que, una vez que se ha ido Federer, una vez que me voy yo, que al final hemos sido sus dos grandes rivales, en algún momento también tenga un pequeño bajón mental y vaya a encontrar el motivo para dar un paso a un lado. Es lo que le pasa a todo el mundo. Y Novak es lo suficientemente bueno como para, si está sano, seguir siendo competitivo al más alto nivel y aspirar a ganar los torneos más importantes. Y si él sigue siendo feliz haciendo lo que hace, lo mantendrá. Si en algún momento, ya no le compensa lo suficiente todo lo que tiene que hacer para tener opciones de seguir estando al más alto nivel, pues dará un paso al lado, eso es lo que creo. Y los otros tienen la opción de tener una carrera larga, con muchos éxitos. Ellos dos están por encima de todos los demás. No veo un rival que les pueda hacer sombra de manera continuada. A un día, evidentemente, hay mucha gente muy buena. Pero a medio plazo, no hay nadie que les pueda hacer una competencia real siempre y cuando no tengan una lesión que les impida poder rendir al mismo nivel.

Se acaba la edad de oro, la suya. Y aunque el tenis siempre prevalece, ¿cree que a los aficionados les va a enganchar tanto lo de ahora?

Las cosas son cíclicas y es lógico que cuando se termina una época en la que ha habido tres jugadores que han conseguido, los tres, más que cualquier otro en la historia de nuestro deporte, es evidente que se termina una era que ha sido única y especial por muchos motivos. Pero estamos hablando de otra época, que ya llega un jugador como Carlos, que tiene cuatro Grand Slams. Jannik, dos. Cada año hay campeones y si ellos consiguen mantenerse a este nivel, también estarán generando un interés grande. Con el tiempo ese interés va a ir creciendo por motivos obvios, porque las grandes estrellas y personajes no se hacen en dos días. Lo que les hace grandes es perdurar en el tiempo y que llegue en un momento que trasciendan al deporte, que realmente la gente vaya a ver esos partidos, no solo porque les gusta el tenis, sino el que va a ver a los personajes en sí. Y eso, supongo que tardará un tiempo en ocurrir, pero estoy convencido de que va a pasar.

“Alcaraz y Sinner están por encima, no veo un rival que les pueda hacer sombra de manera continuada”

Rafa Nadal

¿Quién ha sido su rival más complicado?

Djokovic es el jugador al que me he enfrentado más, pero, para mí, mi mayor rival ha sido Federer. Porque, cuando yo llegué al circuito, era Federer el que estaba ahí y fue el primero. En los años en los que yo estuve mejor de mi carrera en todos los sentidos, fueron Roger y Novak. Pero en los primeros, que son los que te marcan de una manera especial, siempre estaba Roger ahí. Creo, y no sé por qué, que la rivalidad mía con los dos ha sido más intensa que la que tuvieron entre ellos. No sé cuál es el motivo exactamente, pero siento que así lo percibe el mundo. Habría que encontrar el motivo. Con Roger tengo claro que es porque fue un contraste muy acusado de estilos y de formas de ver y enfocar el deporte. Y con Novak, claro, ha sido un reto increíble. Al final, es un jugador que ha conseguido mantener un nivel de juego muy alto y mejorar todos los años. Los números dicen que es el mejor, por lo cual su nivel tenístico también ha sido el mejor y, además, es el que ha conseguido estar más alejado de las lesiones. Cuando uno no tiene limitaciones ni lesiones importantes que se alargan en el tiempo, no solo le afecta a nivel físico y le da opciones de ganar, sino que también le genera a nivel mental una ausencia de miedos, ni a lesionarse, ni de resbalar cuando llega a una bola en pista dura. Djokovic va corriendo en pista dura y resbala para aquí, resbala para allá, igual que Carlos lo hace hoy. Porque no tienen miedo aún de hacerlo y pueden. Yo lo hacía al principio de mi carrera, pero claro, cuando van pasando cosas, es que no lo puedes hacer, con lo cual son limitaciones que se te van presentando en el camino y tienes que buscar atajos para seguir siendo competitivo de otras maneras. Eso le ha permitido a Novak poder mantener su nivel físico, tenístico y mental durante más tiempo. No es una excusa, gracias a eso es el mejor y realmente se ha ganado serlo.

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