Sorribes cae ante la perla de 16 años de la Rafa Nadal Academy
La española sucumbe en tres sets contra la rusa Alina Korneeva, campeona junior en Australia y Roland Garros 2023, que crece tenísticamente en Manacor.
Sara Sorribes tenía este domingo un inicio envenenado en el Open de Australia y no pudo superarlo. La española de 27 años y 53ª del mundo se enfrentaba a la rusa Alina Korneeva, de 16 y 180ª, que ganó los tres partidos de la previa para estar en el cuadro principal de un Gran Slam en el que triunfó como júnior el año pasado (también fue campeona en Roland Garros y número uno de la categoría). Su ética de trabajo y el oficio que le otorga la experiencia, no fueron suficientes para que la mejor española del ranking sometiera a la perla de la Rafa Nadal Academy, que remontó para sumar su primer triunfo en un major: 4-6, 6-3 y 6-2 en 2h18. Se enfrentará en la segunda ronda a la brasileña Beatriz Haddad Maia o a la checa Linda Fruhvirtova.
Korneeva, que debuto con victoria en un torneo WTA el pasado mes de octubre en Hong Kong, es una pegadora que produce suficientes winners (52) como para que los errores no forzados (49) no le arruinen completamente los partidos. Por ahí pasaba el éxito de Sorribes, una jugadora consistente, buena defensora y con recursos para incomodar a cualquier rival. Necesitaba la de Castellón alargar los puntos hasta que llegara el fallo de Alina y de esa manera se apuntó un primer set que empezó con tres breaks y muchos nervios de la moscovita, que se estrenaba en un major con la supervisión de Pedro Clar, uno de los entrenadores de Casper Ruud. Las cosas se le complicaron a Sara en la segunda manga cuando menos se lo esperaba, después de romper para ponerse con 3-2 y saque. A partir de ahí, Korneeva se soltó y con un parcial de 4-0 igualó el marcador.
Continuó la chiquilla dominando los puntos a zurriagazo limpio en el tercer set y amenazó con un quiebre de salida que pudo contrarrestar de inmediato Sorribes. A voluntad y resistencia física es difícil ganarla. Además, su superioridad en la red, punto débil de su oponente, se hizo evidente. Sara tenía que ser algo más agresiva y táctica, y no dejarse amedrentar por las sonoras celebraciones de Korneeva, hija de un bronce olímpico de voleibol, apodada Mini Sharapova y que tiene un martillo en el brazo derecho. Se vio de nuevo con break abajo y otra vez, con paciencia, lo recuperó. Pero el encuentro no cambiaba de dinámica, todo eran roturas. Hasta que Korneeva fue capaz de mantener su servicio y ya no miró atrás. Otro parcial de 4-0 y asunto resuelto. Fin del torneo para Sorribes, que se queda en la primera ronda por cuarta vez.
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