Djokovic evita una debacle
El serbio cedió el segundo set y estuvo a punto de perder el tercero ante el australiano Popyrin, pero resistió y se enfrentará el viernes a Etcheverry.
A Novak Djokovic se le ha comparado muchas veces con Harry Houdini, el famoso escapista húngaro, nacionalizado estadounidense, que era capaz de deshacerse de cadenas, esposas y camisas de fuerza, en ocasiones bajo el agua. El serbio también es capaz de salir de situaciones dramáticas en el tenis, salvando las distancias. Este miércoles lo hizo de nuevo en el Open de Australia, cuando salvó cuatro puntos de set en la tercera manga contra Alexey Popyrin, que había ganado la segunda y amenazaba con dar la gran campanada del torneo eliminando al vigente campeón. No fue así, porque Djokovic, fantástico competidor, salió del apuro para ganar por 6-3, 4-6, 7-6 (4) y 6-3 y clasificarse por 16ª vez para la tercera ronda en Melbourne. El viernes se enfrentará al argentino Tomás Martín Etcheverry (2-0 para el balcánico), que eliminó al veterano francés Gael Monfils.
Lo malo para Djokovic, al margen de perder un set, como le ocurrió el domingo en su estreno ante el croata Dino Prizmic, es que a sus 36 años volvió a pasar más de tres horas en pista (3h11), que sumadas a las cuatro de aquel día hacen ya más de siete. Además, no encuentra, de momento, su mejor nivel de juego. De cualquier manera, el que tiene ahora le sirve para avanzar, aunque sea a trancas y barrancas, y para mantener su racha ante jugadores australianos en el torneo. Ganó dos veces a Lleyton Hewitt y una a Alex de Miñaur antes de abatir también a Popyrin. Y tiene una estadística llamativa ante rivales del país organizador de los Grand Slams: 29-1, con una sola derrota contra Andy Murray en Wimbledon 2013.
El saque, al rescate
El servicio sacó de apuros a Djokovic, que ganó un 82% de puntos con primeros y un 59% con segundos. De esa manera, contrarresto el juego ofensivo (52 golpes ganadores), pero al mismo tiempo poco preciso (58 errores no forzados) del joven aussie de 24 años y 43º del mundo. Nole empezó el partido bien, con seguridad, pero luego se complicó la vida. Además, se encaró con espectador. “Baja y dímelo a la cara”, le dijo antes de resolver el encuentro.
“Él ha tenido una derecha fácil y la ha fallado, no he hecho nada especial y he tenido suerte en ese punto y en ese juego. Creo que ha sido mejor jugador en un set y medio, pero el momentum cambió en el tie-break. Conseguí poner más bolas en la pista que él y eso fue todo. No creo que haya jugado al mejor nivel, solo en algunos momentos, sin embargo, el mérito es suyo por salir con un plan táctico bueno y por sacar bien, se merece muchos aplausos”, explicó el de Belgrado, que espera “poder mejorar” su nivel. “Es lo que necesito para llegar lejos en el torneo. No he jugado a mi mejor nivel, sigo tratando de encontrar mi buena forma. En las primeras rondas juegas contra gente que no tienen nada que perder, salen a la pista central tratando de jugar su mejor tenis, son rivales de mucha calidad y he tenido que encontrar la manera de ganar en cuatro sets. Eso es lo que cuenta y ojalá pueda ir construyendo sobre ello una vez avanza el torneo”.
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