Nadal se entrena en su pista de Barcelona sin exhibir el saque
El manacorí pelotea junto a David Jordà, en el escenario central del Godó, del RCT Barcelona, pero no disipa dudas sobre su reaparición: “No quiero confirmar que jugaré, ojalá que sí”.
“Rafa tiene molestias al sacar”, descubría hace unos días su tío y exentrenador, Toni Nadal. Y en esa faceta del juego, mermada por los problemas de abdominales que viene arrastrando desde hace dos meses, se centraron los focos durante su entrenamiento de este miércoles por la tarde en el Real Club de Tenis Barcelona. A tan sólo cinco días para que comience el Barcelona Open, el Godó, y menos de tres para que se realice el sorteo, Rafa Nadal aterrizó en la Ciudad Condal procedente de su academia en Manacor y se fue a entrenar nada menos que a la pista central, que desde 2017 lleva su nombre. Pero no disipó dudas sobre su participación.
Eran las cuatro y media de la tarde cuando llegaba al club, envuelto aún en ruido de taladros, martillos, olor a madera recién cortada, y operarios colocando sillas en los palcos VIP de esa pista Rafa Nadal, en la que durante algo más de media hora se pudieron seguir las evoluciones del tenista manacorí, que debía comenzar a pelotear a las cinco aunque finalmente se atrasó media hora.
Sobre la tierra batida que no pisa en competición desde 2022 recién regada, y con niños (y no tan niños) agolpándose y curioseando para verlo entrar desde uno de los córners, Nadal compareció junto a Carlos Moyà, su entrenador, y enseguida se enfundó en la equipación de su academia. Todo estudiado al milímetro. Como las botellas rellenables que en esta edición del Godó, y ya desde este entrenamiento, sustituyen a las habituales de plástico de un solo uso.
A Nadal le esperaba David Jordà, número 298 del ránking ATP y de la casa, del RCT Barcelona, que le hizo de sparring probando derecha, revés, liftado, progresando la fuerza y con ella, el volumen de su característico grito. Nadal se despojó enseguida de la camiseta interior térmica, por los rigores de la primavera en la zona alta de Barcelona, y poco después cambió la empuñadura de la raqueta y su posición en la pista.
Y, finalmente, antes de que se invitara a los medios de comunicación a abandonar el entrenamiento, pidió volear. Es lo más parecido que se vio al saque, que no probó en ningún momento ante el público. Por tanto, no se disipa un ápice la duda de si podrá competir en ese torneo que le espera desde el 24 de abril de 2021, cuando venció en la final a Stefanos Tsitsipas para llevarse su decimosegundo Godó desde que se estrenara con el título de 2005 ante Juan Carlos Ferrero, ahora entrenador de Carlos Alcaraz.
“Hola desde Barcelona. Primer entreno, con la ilusión de estar aquí estos días previos al inicio del torneo”, escribía en las redes sociales Nadal horas más tarde, cuando ya caía la noche. Y añadía: “Estoy aquí para ver qué tal, con las ganas de intentar jugar”. “Importante decir que no quiero confirmar que jugaré, ojalá que sí. Ya veremos”, concluía.
Porque son unas persistentes molestias abdominales, tal como constató el pasado sábado en el descanso de la final de la Copa del Rey de fútbol entre Athletic Club y Mallorca a la que asistió en Sevilla, lo que le hizo renunciar al Masters 1000 de Montecarlo, actualmente en curso, así como en marzo a Indian Wells y Miami, y Doha en febrero. “Lo sigo intentando, pero es verdad que la situación es complicada. Voy día a día, no descarto nada, no descarto estar en Barcelona la semana que viene ni en Madrid (el Mutua Madrid Open arranca el día 22)”, declaró en Movistar Plus+.
El Open de Australia de enero, primer Grand Slam de la temporada, se lo había perdido por el microdesgarro muscular en la zona de la cadera izquierda sufrido el día 5 en Brisbane, y que no guardaba relación con la que se operó en junio del año pasado junto a la dolencia en el psoas ilíaco de la pierna izquierda con la que inició su calvario en enero de 2023.
Tras ese torneo con el que comenzó el año, a Nadal tan sólo se le ha visto fugazmente en un partido, de exhibición además para una plataforma de contenidos, la noche del 3 de marzo en Las Vegas frente a un Alcaraz que también es duda para este Godó, el cual ha conquistado en las dos últimas ediciones, a una de Manuel Orantes, Mats Wilander y Roy Emerson. El murciano también ha tenido que prescindir de Montecarlo, en su caso por una “lesión en el pronador redondo del brazo derecho”, que él mismo anunció en redes sociales.
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